El TAS falló contra el reclamo de Semenya

El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, según sus siglas en inglés), le dio hoy un duro revés a la atleta sudafricana Caster Semenya, ya que falló en contra de su reclamo contra la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).

Si bien el TAS consideró “discriminatoria” la medida, argumentó que la obligación que se les impondrá a las mujeres con Desarrollo Sexual Diferente (DSD) “es necesaria, razonable y proporcionada para el objetivo de la IAAF de preservar la integridad de las atletas”.

De esta manera, las atletas que presenten un valor mayor a los 5 nanomoles de testosterona por litro de sangre deberán comenzar a medicarse “lo antes posible” para reducir esa cantidad de manera artificial mediante estrógenos, ya que “las atletas que quieran competir en los Mundiales de Doha (27 de septiembre a 6 de octubre) deberán entregar una muestra de sangre con esos valores antes del 5 de mayo y mantenerlos así al menos seis meses”.

El fallo no fue unánime, sino de dos votos contra uno. El mismo cuenta con 165 folios y fue catalogado como “confidencial”, por lo que no se ha difundido.

“Por falta de pruebas concretas, y no teóricas, de las ventajas de atletas con DSD en los 1.500m y la milla, el TAS sugiere que se retrase su aplicación a esas distancias hasta que haya más pruebas”, advirtió el TAS a la IAAF.

Incluso, en una absoluta muestra de debilidad, el tribunal admitió que la nueva norma “no es proporcionada”.

“Hay que recordar que los efectos secundarios del tratamiento hormonal necesario para reducir su testosterona pueden significar la práctica imposibilidad de seguirlos, por lo que veríamos que esta regulación no es proporcionada”, se señaló.

Así las cosas, Semenya, bicampeona olímpica y tricampeona mundial en los 800 metros, deberá comenzar a doparse para competir.

“A veces la mejor reacción es no reaccionar”, se resignó la atleta en una publicación en su cuenta de Twitter.

Dentro de su pesadilla personal, desde que logró sus primeros títulos, fue señalada por varias de sus rivales y hasta debió someterse a estudios para probar su condición de mujer.

Entre los argumentos presentados para su defensa, aclaró que no necesariamente una mayor cantidad de testosterona producida de manera natural produce el efecto anabolizante que podría generar el agregado artificial de la misma.

En su lucha, la campeona en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016 incluso ha conseguido el apoyo de Naciones Unidas, que instó a la IAAF a revertir su postura.

“No validamos el reglamento de la IAAF, simplemente rechazamos el recurso de Semenya”, se lavó las manos el TAS.