El único antecedente de un equipo argentino descendido jugando una Copa continental

A propósito de la reciente polémica desatada por la decisión de la CONMEBOL de bloquear el ingreso de equipos que no compitan en Primera División a las Copas Libertadores y Sudamericana 2020, la memoria y el archivo traen el recuerdo del único antecedente en el fútbol argentino.

A mediados de 1994, Estudiantes de La Plata descendió a la B Nacional, sin embargo este alejamiento, que apenas duraría una temporada, de la categoría máxima no lo marginó de la competencia oficial internacional.
Unos meses después, el Pincha participó de la Supercopa Sudamericana, un certamen exclusivo para todos los campeones de la Libertadores que se disputó entre 1988 y 1997. Lo sucedieron, con una amplia apertura de clubes, las Copas Mercosur, CONMEBOL y Sudamericana. 

El recorrido de Estudiantes por la Supercopa 1994 comprendió cuatro partidos. En octavos de final eliminó a Flamengo, tras igualar 0 a 0 en Río de Janeiro y vencerlo, en La Plata, 2 a 0 con goles de Javier Ferreira y Alejandro Méndez. En cuartos de final, Cruzeiro hizo prevalecer la diferencia de goles para seguir avanzando. De local se impuso Estudiantes 1 a 0, con gol de Juan Sebastián Verón, pero en Belo Horizonte goleó el equipo brasilero 3 a 0.

La mira de aquél conjunto dirigido por Miguel Angel Russo y Eduardo Luján Manera estaba enfocada en el retorno a Primera División más que a la aventura internacional. En aquel plantel se destacaban Carlos Bossio, Edgardo Prátola, Leonardo Ramos, Juan Azconzábal, Rubén Capria, Juan Sebastián Verón, Martín Palermo y José Luis Calderón, entre otros.

Sí existen varios antecedentes de clubes de otras naciones sudamericanas que disputaron Segunda División y en forma simultánea Copas organizadas por CONMEBOL. Por ejemplo, en Copa Libertadores jugaron los brasileños Criciuma, Santo André, Paulista y Palmeiras, de Brasil; Jorge Wilsterman, de Bolivia, y Santiago Wanderers, de Chile. Un caso curioso fue Ponte Preta, descendido a Segunda División de Brasil, cuando enfrentó a Lanús por la final de la Copa Sudamericana 2013, conquistada por el Granate, tras empatar 1 a 1 en San Pablo y ganar 2 a 0 en La Fortaleza.