Superhéroes solidarios y sobre ruedas

Oscar Gálax es también Thor. O al menos le gusta convertirse, literalmente, en ese superhéroe que nació en los comics hace más de medio siglo, pero que saltó a la fama a principios de esta década gracias a una saga cinematográfica producida por Marvel.

Enfundado en una larga y blonda cabellera, y martillo en mano, Oscar (o Thor) se acercó este domingo al autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires. La pregunta sobre cuál es la conexión se impone por peso propio, pero, como casi todo, tiene una explicación.

En el trazado porteño, Fiat Amigos 1.4 desarrolló la quinta fecha de su campeonato. Y la categoría compuesta por unidades Fiat 600 tiene en su plantel de pilotos a Jorge Muñoz, quien en su parabrisas y laterales lleva estampados a los Superhéroes Solidarios Argentinos.

Foto: Gentileza Prensa Fiat Amigos / IG: @amigosfiat1400

Oscar (o Thor) forma parte de este grupo de 27 personajes que hace tiempo se interesan por ayudar al prójimo, pero que confluyeron hace cinco años para entregar “alegría, fantasía, juegos y charlas” a niños internados en distintos hospitales de la ciudad de Buenos Aires.

En esta oportunidad, llegó al Gálvez no solo Thor, sino también la Mujer Maravilla, Batman, Gatúbela y Maléfica, entre otros, para recoger las donaciones que Curly Muñoz y la categoría se encargaron de recolectar, para colaborar con los más necesitados.

Foto: Gentileza Prensa Fiat Amigos 1.4 / IG: @amigosfiat1400

“Somos un grupo solidario que visita hospitales y trata de llevarle alegría a los chicos a través de los personajes”, definió Oscar a IAM Noticias, y comentó que habitualmente pasean con sus trajes en los hospitales Garrahan, Gutiérrez, Casa Cuna y Español.

Súper Domingo !Hoy un grupo de nuestros heroes estuvieron en el Autodromo Oscar y Juan Galvez juntando donaciones….

Publicado por Superheroes Solidarios Argentinos en Domingo, 7 de julio de 2019

Aprovechando su estadía en el autódromo, los superhéroes también se interesaron por los fierros y la velocidad.

Batman fue el más osado, y acostumbrado al Batimóvil, se animó a subir al Fitito número 111 de Muñoz, pero no a conducirlo. “Seguro que te baja los tiempos”, bromearon con el piloto. La misión solidaria, ya estaba largamente cumplida.