Central, entre el debut y la difícil llegada de más refuerzos

El plantel de Rosario Central comenzó esta tarde la semana de entrenamientos en el predio de Arroyo Seco, tras haber tenido los jugadores la jornada del domingo para descansar, con vistas al debut en la Superliga Argentina de Fútbol, como visitante ante Atlético Tucumán.

La formación con vistas a ese juego no sería muy diferente a la que disputó los partidos de preparación, incluido el último ante Arsenal en el Gigante de Arroyito, que terminó empatado 1-1.

Para visitar el Monumental José Fierro el lunes a las 21.10, el entrenador del Canalla, Diego Cocca, apostaría por Jeremías Ledesma; Nahuel Molina, Matías Caruzzo, Miguel Barbieri, Alfonso Parot; Fabián Rinaudo; Ciro Rius, Leonardo Gil, Diego Zabala; Maximiliano Lovera y Claudio Riaño.

Una de las buenas noticias que entregó la jornada es que Sebastián Ribas superó la mialgia que padecía en el gemelo derecho.

En el rubro incorporaciones, está prácticamente caída la chance de incorporar al defensor Nicolás Colazo, el pase pertenece a Boca y está a préstamo en Tigre hasta el 30 de junio de 2020. El técnico Diego Cocca había dado el visto bueno para su llegada.

Por su parte, el arribo del delantero Lucas Gamba, que actualmente juega en Huracán, no sería tan sencillo como se suponía desde ayer por la noche, porque en las últimas horas se complicaron las negociaciones para comprar la mitad del pase.

Central, en principio, ofertó 1.000.000 de dólares, pese a que la entidad de Parque Patricios, dueña de los derechos económicos y federativos del delantero, lo tasó en 3.000.000 de esa moneda norteamericana.

En realidad, lo que el club rosarino armó fue una ingeniería financiera con la participación de Olimpia de Paraguay, que le debe 600.000 dólares a Central por la operación de José Luis Legizamón.

Eso se sumaba a que Huracán está en una situación similar de deudor con el conjunto guaraní, por el pase de Saúl Salcedo.

Pero desde la sede de calle Mitre, sólo iban a pagar la suma de 400.000 por Gamba a Huracán. Y el resto era un acuerdo entre los tres clubes por los 600.000 dólares en danza.

Olimpia no iba a estar más en deuda con Central porque ese dinero servía para abonar lo que, justamente, le debía Huracán a los paraguayos.  

Todo demasiado complicado y en el medio, el jugador, que no veía con desagrado cambiar de aire.