Independiente, encerrado en el laberinto de Beccacece

Llegó de Defensa y Justicia con una receta clara, de ingredientes nada difíciles de conseguir. De hecho, a algunos de ellos los mudó desde Florencio Varela hacia Avellaneda. Sin embargo, Sebastián Beccacece todavía no logró hacer pie en Independiente, y la salida del laberinto en el que se sitúa parece estar cada día más lejos.

Eliminado de la Copa Sudamericana, el principal objetivo del Rojo para este año, y con apenas dos victorias en cinco partidos en la Superliga, la clasificación a octavos de final de la Copa Argentina parece el único logro visible de Independiente bajo la batuta del cuerpo técnico que reemplazó al conducido por Ariel Holan.

Pero más allá de lo deportivo, a Beccacece se le abrió ahora un frente interno, en las entrañas de un plantel que, al menos por ahora, parece no decodificar de manera precisa el mensaje del entrenador subcampeón de la última Superliga.

Según trascendió estes lunes, el entrenador está dispuesto a tomar la escoba. Pablo Pérez, por una reacción en el entretiempo ante Lanús, y Nicolás Domingo, por cuestiones futbolísticas, serían los primeros apuntados.

La lesión de Pablo Hernández le complicó a Beccacece la construcción del equipo en la zona de creación. Independiente quedará un tanto anémico en esa zona, si aquellas separaciones se confirman.

Es cierto que Domingo viene peleando desde atrás, pero no menos verdadero es que Pérez asistió a Silvio Romero en el primer gol ante Lanús.

Beccacece necesita tomar decisiones fuertes de manera inmediata, para cambiar la cara del equipo y reconstruir una relación con los hinchas que se devaluó con el correr de los partidos.

Al parecer, después de una mañana de charlas con el plantel en Villa Domínico, aquella resolución de no contar con Pablo Pérez y Domingo fue la primera. El tiempo dirá si fue o no la correcta.