Héctor Almandoz, en Chile: “Lo más importante es tener precaución y estar fuerte de la cabeza”

En la región desértica de Atacama, en Chile, se encuentra la ciudad de Copiapó, rica en minería y producción de vid y con un población que supera los 150.000 habitantes. Y tiene su club de fútbol, Deportes Copiapó, fundado el 9 de marzo de 1999, con recorrido en el ascenso. Héctor Coio Almandoz es su director técnico y desde su actual destino respondió la entrevista de IAM Noticias

El panorama de la pandemia de coronavirus fue el tema que abrió la charla con el DT argentino: “nos dieron 21 días de vacaciones obligatorias y pagas; y me quedé en esta ciudad. Por suerte en Copiapó tenemos pocos contagiados. Quizás influya que el clima es espectacular, no cae un gota de agua y esperemos que no lo haga porque dicen que sí llueve se pone complicado”.

El ex defensor de Vélez, Estudiantes, San Lorenzo y Chacarita, entre varios otros, destaca que “influye en la baja cantidad de contagios que estamos lejos de Santiago y con una población menor. Acá estamos, llevándola, dentro de casa, y pasándola de la mejor manera”.

Reconoce que “se hace difícil el día a día. Lo más importante es tener precaución y estar fuerte de la cabeza. A los jugadores les transmito confianza, los cago a pedos, en el buen sentido, porque muchos están sólos acá y sé que para ellos no es fácil”.

Almandoz, que anteriormente fue DT de Rangers, también de Chile, dice que “está complicada la situación, hay mucha incertidumbre. Habrá que ver como sigue todo. En quince días tenemos que volver y aún no sabemos como será. Desde la dirigencia del fútbol chileno, junto al cuerpo médico de la Selección y especialistas, están trabajando y analizando protocolos. Están resolviendo las pautas de salud y cuidados; se habla de empezar con grupos reducidos de  cuatro o cinco jugadores”.

“Mientras tanto, tenemos una rutina de trabajo que elaboramos junto a Nicolás Vazzoler, mi ayudante técnico y mano derecha, y los Profes. Estamos en contacto permanente con los jugadores, la mayoría están en Copiapó y otros pudieron volver a sus ciudades. Todos hacen el entrenamiento en sus casas, y nos contactamos con video llamadas. Usamos Zoom para ir viendo, analizando y mostrándoles cosas específicas del entrenamiento”, explica.

El Coio Almandoz, de 52 años, es un apasionado del fútbol y asume su profesión con una alta cuota de pasión. Entonces, el reportaje deriva al tema estrictamente futbolístico. “Aunque tuve otras posibilidades, renové contrato con Deportes Copiapó porque quería revancha del ascenso a Primera A que se nos escapó el año pasado. Para mi el 2019 fue extraordinario, muchos nos catalogaron como el club que mejor jugaba en Primera B. Perdimos la final de la Liguilla por el ascenso a la A con Temuco, un club poderoso y con muchos jugadores de experiencia. Esa final fue un partidazo, estuvimos a la altura pero  terminamos perdiendo 3 a 2- De regreso muchos hinchas vinieron a recibirnos y a agradecernos por el partido que hicimos”.

Afirma que “Copiapó es un club joven, que no estaba acostumbrado a pelear cosas importantes, por eso hemos hecho mucho énfasis en la mentalidad buscando que los jugadores tengan sentido de pertenencia y sepan que es pelear algo importante. Nos quedó una buena base del torneo pasado, que fue uno de mis pedidos expresos al presidente; se han ido algunos jugadores importantes y hemos traído refuerzos”.

Manifiesta que “solamente se habían jugado cuatro fechas cuando se suspendió el fútbol. Debutamos ganando 4 a 1, pero a pesar del resultado no fuimos el equipo que pretendo. Seguimos con dos traspiés. Y en el cuarto partido, como visitantes con San Luis Quillota, nos empataron sobre la hora; pero quedamos muy conforme porque fue el mejor partido, el equipo funcionó como pretendemos: agresivo, ofensivo, con buen juego e intentando generar muchas situaciones de riesgo. El grupo y también los hinchas, y la ciudad, están muy ilusionados”.

Formado, como futbolista y como técnico, en las divisiones inferiores de Vélez, Almandoz sabe darle valor a los juveniles. “Armamos un Selectivo Sub 19 y como tiene poca competencia los hacemos entrenar con nosotros y son nuestros sparrings en las prácticas de fútbol. Tengo esa escuela de El Fortín y la idea de nuestro cuerpo técnico es potenciar a los juveniles”.

“Siento que estoy creciendo en mi carrera de entrenador. Esto me apasiona y me hace feliz. Mi desafío siempre fue apostar a ganar y acá tengo un grupo de jugadores con hambre y deseos. Trabajamos muy duro y vamos a volver a intentar el ascenso a Primera cuando termine toda esta situación”, dice.