Alvear, un caso de cómo afecta la cuarentena a los clubes de barrio

Alvear Club, fundado el 19 de agosto de 1935, es un emblema deportivo del barrio porteño de Parque Avellaneda y el futsal es la nave insignia de la entidad.

El cese obligado de actividades por la pandemia de coronavirus afecta a un amplio sector de la sociedad y los clubes de barrio asoman entre los comprometidos.

Alvear compite en el campeonato de Primera C de AFA -apenas llegó a disputarse la primera fecha antes de la suspensión- y en sus instalaciones se desarrollan otros deportes y actividades destinadas a socios del barrio.

Los jugadores de la Primera de futsal solamente reciben viáticos -“no muy altos, cifras normales para sus gastos de traslado”, explica el directivo Francisco Olivelli- y el club cuenta con cinco empleados, además de los técnicos y profesores.

Raúl Seguí, presidente del Alvear Club, entrevistado por IAM Noticias, señala: “Nuestro club, como creo que sucede con la generalidad de los clubes de barrio, cuenta con tres fuentes de ingreso: las concesiones, la recaudación en eventos deportivos y las cuotas sociales“.

Detalla: “De esas tres patas la única que está funcionando en la actualidad es el pago de las cuotas. Por suerte la morosidad es ínfima, más allá de algunos casos puntuales de socios que realmente están en problemas para pagar. Para lograr ese cumplimiento, estamos haciendo que el socio entienda y sea partícipe de esta crisis. Tenemos comunicación semanal con ellos, además de clases y juegos virtuales, Así para el socio el club, cerrado físicamente, virtualmente sigue abierto“.

El dinero, en mayor o menor porcentaje, que dejó de ingresar a la tesorería corresponde a los tres sectores que recaudaban con la presencia de socios e invitados: el buffet, las canchas de tenis y la cancha de fútbol sintético. Con las puertas del club cerradas, su actividad, e ingreso de pesos, es nula.

Seguí dice que “los empleados cobraron completo el sueldo de marzo; y de abril, por ahora, el cincuenta por ciento. Con el apoyo del subsidio del Gobierno se les pudo pagar ese porcentaje. Los técnicos y los profesores son chicos del club y estamos conversando con ellos para hallar una solución. Todos comprenden la situación”.

Alvear reacondicionó y modernizó su gimnasio techado, el estadio José Luis Francese -en homenaje a un técnico y coordinador durante más de 35 años, un personaje muy querido en el club, fallecido a fines de 2016- , reinaugurado en febrero de 2018 año pasado. En esta cancha, los equipos masculinos y femeninos, en todas las categorías, ejercen la localía y además suele ser utilizado por otros equipos de futsal de AFA.

Un momento deportivo inolvidable, y motivo de orgullo, de Alvear remite a la Copa Argentina 2015. cuando superó a Boca Juniors en la final 4 a 3 (remontando una desventaja de 0-2).

En estos tiempos de cuarentena y clubes sin gritos de gol, ruido a pelota, ni chicos y chicas corriendo, Alvear es uno de las instituciones de barrio que sobrevive y se preocupa por su futuro.