El “cuatro de copas” que recordó su vínculo con Maradona, en 1984, en Italia

Hugo Daniel Colorado Campana se destacó en el fútbol de ascenso, a comienzos de la década del 80, y esas actuaciones le posibilitaron la chance de emigrar al fútbol italiano. La experiencia europea fue demasiado breve, sin embargo esos días quedaron marcados a fuego para el volante ofensivo: los compartió nada menos que con Diego Armando Maradona en Napolés.

“Mi sueño era tener mi casa y vi en irme a Europa una posibilidad más clara que jugando acá. Mi equipo quedaba en Barcellona, una localidad dentro de Sicilia. No me gustaron cosas de ahí, me lo pintaron como algo que no era. Además extrañaba a mi señora, Liliana, eso me puso en duda”, empezó contando Campana en una entrevista con El Equipo-Deportea online

Fabián Debrassi, futbolista que acompañó a Campana a este destino en Sicilia, conocía a Claudia Villafañe, esposa de Maradona en ese entonces. Y ambos jugadores tomaron el tren que los llevo a Nápoles para encontrarse con Diego, reciente incorporación del Napoli.

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“Hablamos en la recepción del hotel Royal, donde Diego se quedaba. Cuando le conté mi situación me llevó a su suite y pasé la noche ahí, después me quedé con Don Diego por 20 días, hasta que me volví. Me sorprendió lo que hizo, no tenía por qué. Él recién llegaba a Italia, el Napoli le pagaba todo pero no tenía un lugar de residencia, me podría haber dicho tranquilamente que me vaya”, destacó el ex jugador formado en las inferiores de Chacarita Juniors, donde sus tíos Francisco (máximo goleador histórico, con 80 goles en 168 partidos en las décadas del 40 y 50) y Ricardo Campana hicieron historia.

Yo era un cuatro de copas y me trato como si fuera el mejor, eso no me lo olvido. Lo único que le reprocho es que antes de irme le pedí una camiseta y no me la dio. Hubo muchos que lo trataron mal y tienen cosas de él. Creo que debería haber estar mejor rodeado y se equivocó en eso, aunque no sé si lo pudo elegir. Estaba muy expuesto y creo que eso lo sobrepasó”, consideró el actual entrenador de 60 años.

“A veces jugábamos picaditos, también almorzaba y cenaba con él, era parte del grupo de Maradona. Recuerdo verlo irse a entrenar todos los días con los suecos, cuando recién empezaban a usarse”, rememoró Campana.

Admitió, en este reportaje con El Equipo, que “Maradona me hablaba mal de Daniel Passarella y nadie sabía que estaban enfrentados en esa época. Decía que era un guapo de cartón. Él me tomó cariño y me hacía jodas de que avisaban por el altavoz del hotel que mi señora llamaba para hablar conmigo cuando estaba medio bajón, entonces yo iba al teléfono y no había nadie. Nosotros también lo cargábamos porque en ese momento Alejandro Sabella era el diez de la selección y porque Passarella era el capitán, era la época que recién arrancaba Carlos Bilardo como técnico, Maradona se calentaba y decía que en realidad él era el 10, esas cosas demostraban su humildad”.

El ex jugador de Argentino de Merlo, Excursionistas y Alsina recordó: “Una vez estábamos jugando con Enrique Castro Quini, que fue allá de visita y con Cyterszpiler. Era dos contra dos, yo jugaba con Maradona, Diego atajaba, estábamos perdiendo y me dijo ‘vení al arco Campanita’, empezó a jugar él y ganamos”.

Cuando Maradona hizo su primer gol en Napoli, ante Pescara, Campana fue testigo. Rememora: “Los italianos, cuando Maradona no la tocaba decían “ma queste Maradona lo hanno portato por 15 milioni di euro y non fa niente”. Yo lo escuchaba y me volvía loco. Pero cuando hizo el gol, que fue de cabeza al ras del piso, un golazo que un normal no hace, se volvieron locos y dijeron “ehhh que gol a fatto Maradona“. Me daban ganas de decirles que se callen la boca”.

“Diego llegó muy criticado de Barcelona, de hecho al principio Bertoni era mejor que él. Pero con el tiempo Maradona hizo mejor al equipo. Fue bueno que vaya al Napoli porque era algo superior en un equipo inferior, y él quería ser el mejor”. resaltó Campana, quien junto a su familia tuvo su último encuentro con Maradona hace un par de años atrás en un gimnasio de Palermo.

Fue uno de los varios encuentros que tuvieron tras aquellos inolvidables días del Colorado Campana en Italia. No se quedó, regresó y siguió jugando en Argentina. Sin embargo esa corta convivencia con el mejor futbolista del mundo es un hito inolvidable para el actual DT de Macabi.