París Saint Germain alimentó su sueño de Champions y destruyó el de Leipzig

Foto: UEFA.

París Saint Germain erosionó paulatinamente los cimientos en los que se basa el juego de Leipzig y, con un gran aporte de Ángel Di María, se metió en la final de la Champions League por primera vez en su historia con una goleada por 3-0.

El volante rosarino participó en los tres goles parisinos y se situó en el podio de los mejores jugadores del partido disputado en Lisboa, donde se llevan a cabo las instancias decisivas del torneo, para minimizar los riesgos de contagio de Coronavirus.

Di María, quien se perdió el duelo de cuartos ante Atalanta por una suspensión, volvió con todo, porque asistió a Marquinhos en el primer tanto de PSG, anotó el segundo gol de su equipo, también en el primer tiempo, y ya en el complemento, envió un nuevo centro que propició la conversión de Bernat.

Los tres tantos franceses fueron un fiel reflejo de la oscura tarde que padeció Leipzig, que venía de eliminar al Atlético de Madrid de Diego Simeone con simpleza y eficacia, pero que en la noche portuguesa careció de esas y otras virtudes.

Una falta cerca del área alemana posibilitó la primera conquista de PSG. El cabezazo de Marquinhos tras el centro de Di María comenzó a allanar el camino del equipo galo a los 12.

A los 42, el volante rosarino amplió la distancia para PSG, tras un infantil error en la salida del conjunto alemán.

Mbappé y Neymar no escribieron su nombre en el resultado pero fueron en gran parte responsables del 2-0 parcial.

Ambos tuvieron una ocasión cada uno para anotar, pero su gravitación en el partido se expandió a su aporte en el juego ofensivo. Tanto el francés como el brasileño le hicieron pasar unos pésimos primeros 45 minutos a los defensores de Leipzig.

París Saint Germain, con Leandro Paredes también desde el inicio y Mauro Icardi esperando entre los suplentes, no le dio al rival casi ninguna opción. Leipzig apenas arrimó peligro con un intento de Poulsen, que se fue desviado.

El complemento encontró al equipo de Thomas Tuchel con uno de los activos más importantes en un partido tan importante para el club: la tranquilidad de los dos goles de diferencia.

Leipzig ensayó una tímida reacción en los primeros minutos del complemento, pero no fue suficiente para incomodar a su rival, que por si fuera poco le dio el golpe de gracia sobre los 10.

Mukiele transitó un minuto fatal porque se resbaló al intentar un despeje y luego, tirado en el césped, habilitó a Bernat para que cabecee a la red el envío de Di María desde el sector izquierdo.

El histórico resultado pone a París Saint Germain en una situación inédita, porque disputará la final del torneo de clubes más importante del Viejo Continente, ese que le quita el sueño desde hace un buen tiempo.

El choque decisivo lo disputará el domingo, nuevamente en el Estádio da Luz de Lisboa, ante el vencedor de Bayern Munich-Olympique de Lyon, que jugarán mañana.