Árbitro ruso fue sometido a un detector de mentiras

El árbitro ruso Vasily Kazartsev, al igual que sus colaboradores y Alexey Eskov, encargado del VAR, debieron someterse a un detector de mentiras, luego de sus decisiones polémicas en el empate 2-2 entre Spartak de Moscú y Sochi, por la liga local, el pasado 9 de agosto.

Spartak se imponía 2-0, pero dos dudosos penales, el último en el final del encuentro, le dieron la igualdad a su rival, suscitando la furia de todos en el club capitalino.

Alexander Alaev, secretario general de la Unión del Fútbol de Rusia, informó que todos superaron sin problemas el control, pero de todos modos quedarán inhabilitados para dirigir por tiempo indeterminado.

Se sospecha que las fuertes presiones de Leonid Fedun, empresario poderoso y multimillonario dueño de Spartak, hicieron que se llegara a semejante medida. De todos modos, no es la primera vez que sucede algo así en el fútbol ruso, ya que la Federación ya había sometido al detector de mentiras a algunos de sus empleados en el marco de una investigación por ciertas irregularidades.