Palermo y los tres penales errados: “Nadie vino a agarrar la pelota”

Más de dos décadas después de fallar tres penales frente a Colombia, en la Copa América de Paraguay 1999, Martín Palermo contó por qué decidió asumir la responsabilidad de esas ejecuciones en la ciudad de Luque.

“Nadie vino a agarrar la pelota para patear el tercer penal. El único que se me acercó fue (Roberto) Ayala y me dijo ‘¿lo vas a patear?’. No vino y me dijo que le estaban diciendo de afuera que no lo patee“, reveló quien aún no se había convertido en e máximo goleador histórico de Boca.

En esa dirección, Palermo se defendió: “Si él (por Ayala) me decía que de afuera pedían que no lo patee, yo le daba la pelota. Pero en ese momento, cuando me preguntó, le dije que sí. No me daba para decirle que no“.

En diálogo con ESPN, el ahora entrenador, de último paso por Pachuca, contó también qué fue lo que le dijo Marcelo Bielsa, por entonces seleccionador argentino.

“Bielsa me dijo que fui egoísta. Yo le dije que ninguno quiso patearlo o nadie me dijo que no lo patee”, explicó el apodado Titán.

Ese partido, disputado en el estadio Feliciano Cáceres, fue el segundo que Argentina disputó por el Grupo C y acabó con victoria por 3-0 del seleccionado de Colombia, con goles de Iván Córdoba, de penal, Edwin Congo y Johnnier Montaño.

Ese 4 de julio de 1999, Argentina formó con Germán Burgos (le atajó un penal a Hamilton Ricard); Nelson Vivas, Roberto Ayala, Walter Samuel, Juan Sorín; Javier Zanetti, Diego Simeone, Juan Riquelme; Guillermo Barros Schelotto, Martín Palermo y Cristian González.

En el segundo tiempo ingresaron Diego Cagna, Hugo Ibarra y Andrés Guglielminpietro.

Palermo desvió dos penales (el primero pegó en el travesaño y salió, y el segundo se fue directamente por encima del arco), mientras que el restante, en tiempo cumplido, se lo atajó el arquero colombiano Miguel Calero.

En el partido siguiente, Palermo convirtió en la victoria por 2-0 ante Uruguay, pero no pudo hacer nada para evitar el 2-1 en contra ante Brasil en cuartos de final, que significó la eliminación argentina.

El ex delantero tuvo revancha con el seleccionado una década después, cuando convirtió un agónico gol frente a Perú en el estadio Monumental, que le devolvió las esperanzas a Argentina en las eliminatorias hacia Sudáfrica 2010.

Maradona convocó a Palermo para ese Mundial, y el Titán convirtió su único gol en torneos de ese tipo, frente a Grecia.