Se juega como se vive

Asamblea AFA
Foto: Prensa AFA

Problemas de seguridad, entreveros judiciales, inconvenientes económicos, la eterna incertidumbre de qué será de cada uno al día siguiente, grupos económicos midiendo sus virilidades a la vista de todos, internas políticas que complican todo…

Si usted piensa que el primer párrafo habla de Argentina, tiene razón. Pero, si cree que se refiere al fútbol de nuestro país, también.

Hace unos días, no tantos, la AFA resolvió romper unilateralmente el contrato que tenía con Fox para la transmisión de los partidos, esgrimiendo que no se había notificado debidamente la adquisición de la empresa por parte de Disney, que también es propietaria de ESPN. Por otro lado, la decisión le dejaba a la casa de Viamonte la posibilidad de negociar la mitad de las televisaciones del fútbol por unos 150 millones de dólares, que son como agua en el desierto en medio de la crisis económica que se vive desde hace tiempo y se acrecentó con la pandemia.

Del otro lado, Turner se relamía con su chance de aprovechar su prioridad para quedarse con lo que dejaba la otra empresa norteamericana.

De momento, nada de eso sucedió. La Justicia ordenó que, al menos por ahora, corra una medida cautelar para que todo siguiera como antes. Por lo tanto, se viene una ardua batalla en los tribunales hasta que se dirima el asunto.

Justamente a Fox le dieron la televisación del gran novelón de los últimos días. El encuentro entre River Plate (que se opuso firmemente a la medida de AFA) y Banfield.

Los de Núñez, con el estadio Monumental en obra, solicitaron el permiso para jugar en su campo de entrenamiento de Ezeiza. Después de muchas charlas, discusiones y, sobre todo, rosca, lograron los avales de AFA, el municipio correspondiente, APreViDe, AFA y hasta habrían logrado el permiso del mismísimo Papa Francisco de haberlo intentado, pero la Liga Profesional, comandada por Marcelo Tinelli, determinó que rompía con los reglamentos por no ser un escenario acorde al producto que se pretende vender.

Ahora, ese encuentro, según la organización del certamen, se jugará el martes por la noche, aunque sigue sin saberse dónde. Es más, la institución que conduce Rodolfo D’Onofrio llegó a solicitar que defina la situación la AFA, de la cual depende la Liga Profesional porque se determinó que el torneo de Primera División tenía que tener el control de la casa madre del fútbol argentino.

Ese producto, del que todavía no se terminó de jugar su primera fecha, además de los escándalos con Fox y River, hoy tuvo otro que se logró desactivar, aparentemente, de forma rápida.

Unión de Santa Fe estiró tanto la pelea con las autoridades del gobierno santafesino que su partido de mañana ante Arsenal se suspendió porque el Tatengue se negó sistemáticamente a pagar por 30 efectivos policiales. Hay que reconocer que la dirigencia de la Liga “Profesional” actuó inmediatamente para suavizar el asunto y prometió hacerse cargo de lo que hiciera falta.

Así se vive en Argentina, y así se juega en este país.