Germán Bermúdez, árbitro, cantante y ahora también actor

Germán Bermúdez, porteño de 43 años, fusionó profesionalmente dos grandes pasiones populares: el fútbol y la música. Desde hace varias temporadas es árbitro de AFA -uno de los más destacadas de las categorías de ascenso- y también cantante, siguiendo el repertorio de Joan Manuel Serrat.

Ahora acaba de sumar una nueva faceta: actor, con su participación en el rol principal, junto a Ana Katz, en Fabián Canta, un cortometraje, estrenado este fin de semana en Flow, donde interpreta al dueño, animador y cantante de un salón de fiestas.

De todos modos no es su primer experiencia cinematográfica. Había hecho de sí mismo en Contrapelota, una película documental que detallaba historias de vidas de cuatro personajes del fútbol de ascenso. Guillermo Ruiz, productor ejecutivo de ese film que obtuvo premios internacionales, también coincide en Fabián Canta.

Concluidos sus estudios secundarios, Bermúdez arrancó con estudios en doble comando: en la Asociación Argentina de Arbitros y en el ISER (Instituto Superior de Enseñanza de la Radiodifusión). Y a los 20 años recibió los dos diplomas: de árbitro profesional y de locutor nacional. Al poco tiempo inició su camino en ambos ámbitos.

Pero había algo más: su buena voz le hizo animarse a cantar los temas de su ídolo, el catalán Joan Manuel Serrat. “No lo imito, lo interpreto”, suele repetir Bermúdez.

“Medio producto de la casualidad y la fortuna, a fines de 1995 nos cruzamos en un escenario con Sebastián Emlek. Yo estaba como locutor y él como pianista, en la prueba de sonido previa yo me puse a cantar Pueblo Blanco y Sebastián me acompañó con el teclado. Seguimos con otros temas de Serrat y surgió la idea de hacer algo juntos. Arrancamos en la Casa de la Cultura de Versalles, y no paramos más”, rememora.

“Me genera tanto placer dirigir partidos de fútbol como hacer los espectáculos musicales. No podría elegir una actividad por encima de la otra”, afirma

Su espectáculo musical, Tributo a Serrat, lleva varios años presentándose en teatros, bares y centros culturales. Grabó tres CDs.

Muchos técnicos y futbolistas que antes o al final de los partidos le preguntan a Bermúdez por su próximo espectáculo musical, para ir a verlo y escucharlo. Los mismos protagonistas que por la tarde reciben una tarjeta amarilla o roja, o le reclaman por una posición adelantada, por la noche lo aplauden. Las reacciones en la cancha y en el escenario son muy diferentes, y Bermúdez lo toma con humor. “En los shows es normal que la gente me aplauda, en la cancha es normal que la gente me putee. En cada caso forma parte de su folklore”, explica.