Con 15 bajas, una buena dosis de incertidumbre y eliminado de la Copa de la Liga Profesional en el superclásico frente a Boca. Así llegará River a otro duelo decisivo para su futuro inmediato, el que disputará el miércoles ante Independiente Santa Fe, por la Copa Libertadores.
El brote de covid-19 le generó a Marcelo Gallardo un dolor de cabeza mayúsculo. Un problema que el conjunto Millonario supo disimular con una actuación por demás aceptable en La Bombonera, donde recién cayó en los penales, pero que continúa latente con vistas al duelo por el certamen continental.
En ese sentido, Gallardo contará para el juego ante el conjunto colombiano con menos de la mitad de los futbolistas incluidos en la lista de buena fe de la Libertadores.
Es que a las bajas por covid-19, hay que sumarle la lesión de Javier Pinola y la molestia física que sufrió Enzo Pérez ante Boca, que está pendiente de evaluación.
Al mismo tiempo, se espera para este lunes la ejecución y los resultados de los testos protocolares que realiza la Conmebol. En River están cruzando los dedos para que no aparezcan nuevos casos que disminuyan aún más al plantel.
Además de todo esto, el técnico no tiene un arquero disponible, porque los cuatro principales se contagiaron de covid-19. Por esto, el club de Núñez solicitará a la Conmebol la inclusión en la lista de buena fe de Leonardo Díaz.
El joven arquero de 21 años, que debutó de emergencia en el superclásico ante Boca y fue la gran figura del equipo, será titular en el Monumental si aquel organismo continental lo permite.
Atraviesa horas decisivas River. Si bien no es definitorio, sabe que el partido del miércoles puede ser fundamental para sus aspiraciones de continuar en la Libertadores, acaso su gran objetivo de este año.