Un inicio de carrera perfecto. Es eso lo que tuvo Marc Márquez para establecerse al frente del pelotón del Gran Premio de Alemania. Luego, el español exhibió todas y cada una de sus credenciales, y volvió a imponerse en MotoGP, después de 17 meses sin festejos con su Honda.
Claro que en el medio sucedieron cosas. Por caso, la caída en el autódromo de Jerez de la Frontera, durante el Gran Premio de España disputado el pasado 19 de julio, que le provocó una lesión en el húmero que lo obligó a pasar en tres ocasiones por el quirófano.
Márquez le sacó provecho a un circuito que le sienta muy bien a sus características conductivas. El hexacampeón de MotoGP pasó de quinto a primero en sólo dos vueltas y luego se dedicó a mantenerse lejos del portugués Miguel Oliveira, quien lo persiguió sin éxito durante el resto de la prueba con su KTM.
Así, el de Cervera, que no ganaba desde la última carrera de 2019 en Valencia, se adueñó de su octava victoria consecutiva en Sachsenring, donde una tenue lluvia hizo su aparición durante algunas vueltas para agregarle un condimento extra a la competencia.
El francés Fabio Quartararo, líder del campeonato, completó el podio con una Yamaha en el trazado alemán, donde se llevó a cabo la octava fecha del campeonato.
El siguiente compromiso de MotoGP, noveno del año, se llevará a cabo el próximo fin de semana en el circuito de Assen, en los Países Bajos.