La situación en Rosario Central es caótica desde todo punto de vista. A la crisis futbolística, se la suman los problemas económicos y las marcadas divisiones que existen entre los miembros de la actual Comisión Directiva.
Y ahora hay que agregarle la visita de unos 20 barras bravas antes del inicio de la práctica de esta tarde que fue a puertas cerradas en el predio de Arroyo Seco. Una situación que influye de manera negativa de cara al partido de mañana por la tarde ante Independiente en el Gigante de Arroyito por la 12° fecha de la Copa de la Liga Profesional.
Mientras tanto, el técnico Leandro Somoza declara que “este es el camino”, porque el equipo va “teniendo un progreso partido a partido” y “hay que seguir trabajando”, además de afirmar que se encuentra “tranquilo”, pese a una nueva derrota, esta vez con Lanús. Y más allá que remarque su poco tiempo en el club, al hincha y al socio Canalla se le está terminando la paciencia.
Por tal motivo, se especulaba que esta noche podría producirse una marcha de protesta contra la dirigencia y el lugar elegido sería la sede del club ubicada en pleno centro rosario. A raíz de este rumor, varios efectivos de la policía provincial se encontraban custodiando el lugar.
La realidad es que lleva cuatro partidos dirigiendo y apenas cosechó un 1 punto de 12 posibles, como consecuencia de un empate y tres derrotas. Sumado a que le hicieron goles en todos los encuentros, ocho en total. El conjunto auriazul quedó último en la zona 2 de la Copa de la Liga Profesional y continúa con las mismas falencias en la defensa que cuando estaba al frente de la conducción Cristián González.