La revancha de los Haaland

El noruego marcó tres goles en su primer derbi de Manchester, 21 años después de que la carrera de su padre terminase forzosamente tras otro derbi.

Alf-Inge Haaland y Roy Keane debieron ser compañeros de vestuarios. Estuvieron muy cerca. El Nottingham Forest pretendió al noruego en octubre de 1992. El irlandés estaba en la disciplina del equipo entonces entrenador por Brian Clough, pero firmó por el Manchester United poco antes de la llegada de Haaland. No se encontraron pues, hasta septiembre de 1997. En el derbi de los Peninos, el que mide al Leeds United con el Manchester United. Un encuentro con una alta carga histórica, la de la rivalidad entre Yorkshire y Lancashire tras la guerra de las rosas. Y con el título de los blancos cinco años antes todavía coleando, le arrebataron la liga a los de rojo.

En Elland Road se midieron dos equipos contundentes y saltaron chispas sobre el césped. Especialmente con los encontronazos entre Haaland y Keane, que estrenaba la capitanía mancuniana. Trató de echarse el equipo a la espalda en el tramo final, con los suyos por debajo en el marcador, pero Alf-Inge lo irritó hasta sacarlo del partido. Hasta lesionarlo. Una entrada suya provocó una rotura de ligamento de Roy Keane, que quedó tendido en el suelo. Haaland se acercó entonces a recriminar su actuación, pensando que su oponente estaba fingiendo. Lo que hizo fue tomar nota. Para desgracia del noruego.

Hubo más encuentros entre ambos equipos, y entre ambos jugadores, aunque su rivalidad particular volvió a resurgir después de que Haaland firmase por el Manchester City. En 2001 Old Trafford acogió un derbi de Manchester con ambos futbolistas presentes. Y con Keane sediento de venganza. A falta de cinco minutos para el final, el jugador del United realizó una dura entrada sobre su rival. Sin miramientos. Con la plancha. Impactando en la rodilla de Alf-Inge. Propiciando la lesión que acabaría con su carrera. Aunque el noruego pudo terminar aquel encuentro, e incluso disputó un amistoso con su selección cuatro días después. Aún jugó una vez más con el City. 68 minutos. No llegó a completar ningún partido y poco después colgó sus botas.

“Esperé un tiempo considerable, y luego le golpeé duro”, explicó Roy Keane en su autobiografía en 2002. “Quise hacerle daño, ponerme a su lado y decirle: ‘Ahí la llevas’”. La lesión frenó la carrera de Alf-Inge Haaland, y cuando su hijo empezó a despuntar, ambos rechazaron cualquier tipo de negociación con el Manchester United. Aunque Erling explicó esta semana que jamás ha hablado con su padre sobre aquella entrada de Roy Keane. 21 años después de aquella acción, el delantero se vengó. Con la camiseta del City en su primer derbi de la ciudad. Logrando el tercer hat-trick en tres partidos consecutivos de Premier League. Sumando ya 16 goles en 11 partidos. Con el United como su última víctima. La revancha de los Haaland.

La lasaña de papá, ¿el secreto de Erling?

Con tanta repercusión, muchos se preguntan dónde estará el secreto del noruego, que en tono de humor, desvelaba ayer tras el choque el que podría ser el motivo de su gran inicio de campaña, con tres hat-tricks seguidos en casa: la lasaña de su padre. Haaland confesó que su progenitor le ha cocinado ese plato antes de los tres partidos: “Probablemente esté haciendo algo especial allí”, dijo el delantero tras el partido.

Valoración perfecta de L`Équipe, un club muy selecto

Con su partido ante el United, Haaland consiguió además algo al alcance de muy pocos. El noruego obtuvo un 10, la valoración perfecta por parte del prestigioso L`Équipe, algo que solo han logrado otros 12 jugadores, Messi en dos ocasiones. El argentino lo consiguió por sus cuatro goles al Arsenal en Champions en 2010 y dos años después tras hacerle cinco al Leverkusen.

Los primeros en tener 10 sobre 10 en la valoración fueron Franck Sauzee y Bruno Martini, que anotaron sendos tripletes en la Euro Sub 23 de 1988 ante Grecia. Seis años después fue el ruso Oleg Salenko, que anotó cinco goles en el Mundial de Estados Unidos ante Camerún, el que se llevó la puntuación máxima. El siguiente en la lista es el portero Lars Windfeld, del Aarhus, por su actuación ante el Auxerre en la Copa de la UEFA de 1997. El siguiente caso, al margen de Messi, fue Robert Lewandowski, por sus cuatro goles en la semifinal de la Champions de 2013 ante el Real Madrid cuando vestía la camiseta del Dortmund.

En 2014 lo consiguió Carlos Eduardo, tras marcarle cuatro goles al Guingamp jugando para el Niza, y en 2018 Neymar por su póker de goles con el PSG ante el Dijon. En 2019 lo consiguieron tres jugadores: Dusan Tadic del Ajax por su actuación en la victoria por 4-1 ante el Real Madrid, Lucas Moura por su sorprendente hat-trick para que el Tottenham derrotara al Ajax en la semifinal de la Champions y Serge Gnabry, por sus cuatro goles en la victoria por 7-2 del Bayern de Múnich sobre los Spurs.

Kylian Mbappe se unió al club en 2021 después de su exhibición de cuatro goles en la victoria de ocho goles de Francia sobre Kazajstán y antes de la actuación de Haaland, la calificación más reciente se le dio al portero del Nantes, Alban Lafont, por su exhibición en la victoria de su equipo por 3-1 sobre el PSG. en la Ligue 1 el pasado mes de febrero.