Después del gol agónico de River, el superclásico se picó y hubo exceso de tarjetas rojas

Foto: River Plate

River Plate le ganó a Boca Juniors 1-0, en el estadio Monumental, por la fecha 15 del campeonato de la Liga Profesional, con un gol de penal anotado por Miguel Borja en tiempo de descuento. Después del tanto del colombiano se armó una pelea entre futbolistas de ambos equipos, que desembocó en siete expulsiones.

El delantero colombiano anoto en el minuto 93, tras una dudosa infracción de Agustín Sandez (había ingresado por Valentín Barco, que estaba siendo desbordado por su sector) a Pablo Solari. En el festejo del gol, Agustín Palavecino habría cargado a los rivales y ahí se desató el caos.

Luego de una interrupción y de consultas del árbitro Darío Herrera con el VAR abundaron las tarjetas rojas. De River se fueron Palavecino y Elías Gómez y Ezequiel Centurión, estos dos últimos estaban en el banco de suplentes. De Boca vieron la roja tres que estaban en cancha: Miguel Merentiel, Ezequiel Fernández y Nicolás Valentini y el técnico Jorge Almirón.

Antes de este final escandaloso, el equipo de Martín Demichelis había sido superior en el primer tiempo, con progresión en el terreno y mentalidad ofensiva. Y dispuso de tres chances netas: un remate de Nacho Fernández, movedizo y desequilibrante, que Sergio Romero volando a una punta sacó al córner; un cabezazo de Lucas Beltrán que salió desviado; y otro remate de Ignacio Fernández, en un tiro libre, que motivó otra gran respuesta de Chiquito Romero rechazando arriba con sus dos manos.

Boca carecía de juego y no lograba armar juego ni armar circuitos. En consecuencia Sebastián Villa y Luis Vázquez estaban aislados. Así Franco Armani no tuvo nada de trabajo en esa etapa inicial. Hubo sí, mucha pierna fuerte y unas cuantas tarjetas amarillas.

En el segundo tiempo, mejoró Boca, encontró más asociación y emparejó las cosas. Villa se encaminaba sólo para encarar a Armani cuando Milton Casco en un cruce perfecto le extirpó la pelota.

Un derechazo de afuera de Nicolás De La Cruz volvió a desencadenar una magnífica respuesta de Sergio Romero para evitar la caída de su arco. Enseguida, un remate de Pablo Solari, que se desvió en Valentini, pegó en el poste, cruzó delante de la raya y salió.

Armani, que continuaba sin esforzarse, tuvo su bautismo en el partido tapando un tiro libre direccionado de Villa, a los 22 minutos.

Parecía desembocar en un tranquilo empate sin goles, hasta que en tiempo adicionado llegaron el penal, el gol agónico, las cargadas, las fuertes discusiones y empujones, los golpes y las expulsiones. Para darle un cierre caliente al superclásico.

River Plate continúa liderando con comodidad, ahora con 37 puntos, nueve por encima del escolta San Lorenzo, que mañana enfrentará a Defensa y Justicia, tercero en la tabla.