Guardiola, de la confusión a la alerta por Camavinga

El francés desarboló al City en su papel de ‘tres’ móvil y desquició a Bernardo Silva. Los citizens tuvieron que pararlo con faltas. Le ‘dieron’ más que a Vinicius. El técnico del City ya sabe cómo se las gasta de cara a la vuelta.

Ancelotti vino a plantearle a Guardiola el siguiente teorema: si quieres la pelota como tantas veces en el pasado, ahí la tienes, que yo correré con Vinicius y Camavinga. El técnico de Santpedor entró al trapo y se llevó la cornada. El primer gol fue una acción relámpago de Camavinga por donde el City no está acostumbrado a tener que tapar al teórico lateral izquierdo rival y cuando quisieron corregir algo, la pelota la estaba sacando Ederson de su portería.

Con el once de ayer, con Camavinga de tres pero ayudando en momentos puntuales al trío de delante (Kroos, Modric y Valverde) más Vinicius-Benzema-Rodrygo, Ancelotti sigue sintiéndose poderoso. El golazo de De Bruyne es el primero que encaja con esa alineación de gala tras remontar al Barcelona en las semifinales con el histórico 0-4 en el Camp Nou y dinamitar al Chelsea, tanto en la ida (2-0) como en la vuelta en Londres (0-2). Un balance en total de nueve goles a favor y uno en contra en cuatro partidos contra tres equipos top. Todo invita a pensar en que para la final del Etihad del próximo miércoles 17 repetirá.

En todos los sitios, al mismo tiempo

La diferencia de profundidad que le da Camavinga al equipo se detecta definitivamente en la diferencia ofensiva con Carvajal. El francés le dio 28 balones a los centrocampistas y delanteros, por 15 del leganense. Ese ir y venir desconcertó a los futbolistas citizens. El primero de todos, Bernardo Silva, que pagó su frustración con un plantillazo al gemelo del 12 blanco en la primera parte en el que el portugués Arturo Dias se hizo el sueco. Pese a eso, no le quedó más remedio al equipo skyblue que tapar la hemorragia que le generaba Camavinga a base de faltas. En total le hicieron cuatro, el que más sufrió del Madrid, una más de las que recibió Vinicius.

Camavinga acabó el partido luciendo las mismas piernas que en el minuto uno. Fue el que alimentó el último arreón madridista buscando el 2-1. Intervino en las dos últimas ocasiones del Madrid. La primera él mismo llegando con su tercer pulmón como extremo aunque le falló el disparo con la derecha y luego otra… manejando las operaciones como mediapunta. Está en todos los sitios y en ninguno donde sepan neutralizarle. Guardiola se lleva deberes a Mánchester.

AS