Desde el club se seguirá un plan progresivo para recuperar a Jude. Entre el hombro y la carga de esfuerzos ha llegado fundido a la línea de meta.
Recuperar al soldado Jude. Ese es el gran objetivo del Madrid. Su temporada fue de campanillas y de encaje instantáneo. Pero el de Stourbridge llegó fundido a la línea de meta. Sin reblar en su aportación, aunque lejos de la versión vigorosa del arranque. La Eurocopa con Inglaterra terminó de desbordar el vaso. Muchos minutos entre club y selección, 4.707′. Muchos partidos, 54. También mucho colmillo al conjuntar cifras, 27 tantos y 17 asistencias. Un 2023 rimbombante y un 2024 terrenal. El plan del equipo blanco es trazar una hoja de ruta de rendimiento más estable. Sin tanto pico. Evitar bajones. Algo que ha comenzado ya durante las vacaciones. “Descansar es fundamental”, es el mensaje interno. Para todos, especialmente para Bellingham.
Desde el cuerpo técnico se es consciente que la mentalidad de Jude complica la gestión de esfuerzos. Su ambición se convierte en deseo por jugarlo todo. Y hacerlo a toda velocidad. Aunque se pautará una regulación mayor para esta temporada de, metiendo en la ecuación los duelos de selecciones, (potencialmente) más de 80 partidos. Ese ímpetu le permitió ser decisivo en la Euro a pesar de estar en reserva. Ganó dos trofeos a mejor jugador del partido, marcó el tanto de la victoria ante Serbia y una chilena para la historia del torneo continental frente a Eslovaquia. Lideró a los three lions en la final. No pudo, pero fue quien más quiso el oro. Durante el campeonato ganó más duelos (43) y forzó más faltas (14) que nadie, medalla de plata en regates completados (16)… Grandes números, no tan buenas sensaciones. El Madrid le cuidará para balancear ambas.
“Voy a trabajar para recuperar mi mejor versión”
No ayudó el estado físico ni algún traspié extra, como el de Mestalla. Lo explicó el propio Jude en la víspera del Madrid-City: “Empecé muy bien… hasta enero. Lo que me frenó el ritmo fue la lesión (esguince de grado alto ante el Girona). Encadené muchos partidos de baja y superé unas enormes molestias. Y cuando vuelvo, en Valencia, marco un golazo y me sancionan. Pues no sé, tal vez sí me ha afectado al ritmo competitivo, porque venía de jugar siempre y, de golpe, paras. Voy a trabajar para recuperar mi mejor versión y no me importa la crítica. La clave es cómo respondes a ella”. Un cóctel con otro ingrediente, su lesión ante el Rayo. Una mala caída el pasado 5 de noviembre dañó el hombro del británico. Aún molesta. La prueba es la hombrera que le acompañó desde entonces. No regatea esfuerzos, pero el dolor ha seguido ahí.
Ahora, a su vuelta del asueto, toca evaluación de su estado. Una semana para preparar el primero de los siete títulos a los que opta el club blanco, la Supercopa de Europa (14 de agosto). Ante el Atalanta comenzará su segundo capítulo en el Madrid. Será un nuevo Bellingham. Menos delantero y más centrocampista. Con los aterrizajes de Mbappé y Endrick y la marcha de Kroos, es la idea. Un Jude más interior en una sala de máquinas donde llevará el bastón de mando. Todo pasa por recuperar su mejor nivel. El plan ya está trazado.
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