El presidente de la RFEF y el de CTA se muestran confiado tras una reunión en un hotel de Sevilla

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, y el del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Luis Medina Cantalejo, han mantenido a última hora de esta tarde una reunión en un hotel de Sevilla tras la que se han mostrado confiados en la disputa de la final y han apelado a la “calma” y a la “responsabilidad” de todos los actores implicados tras la convulsa jornada.
“Soy el presidente de la Federación y esto es un tema del CTA. Apelo a la responsabilidad y a la tranquilidad de todos para que todo salga bien”, manifestó Louzán a la salida del hotel. El máximo rector federativo confirmó haber “hablado con el Real Madrid” y fue contundente a la hora de asegurar la final: “¿Si se va a jugar? Claro que sí”.
Con respecto a la posibilidad de un cambio de los árbitros (De Burgos Bengoetxea y González Fuertes), Louzán quiso ser también tajante. “El CTA ha designado a un equipo arbitral y eso es lo que hay”, sentenció.
Las palabras de Louzán fueron el epílogo a una jornada en la que se precipitaron los acontecimientos después de la rueda de prensa ofrecida este mediodía por el árbitro principal del partido, De Burgos Bengoetxea, y el encargado del VAR de la final de Copa, González Fuertes.
En la misma, De Burgos rompió a llorar hablando de los problemas que tienen sus familias con respecto a las criticas que se vierten sobre ellos, mientras que González Fuertes sorprendió al afirmar que los colegiados “harán historia”con las medidas que van a tomar contra las críticas.
Plantón histórico
Estas declaraciones, que pillaron al Real Madrid volando hacia Sevilla, causaron un gran revuelo en la expedición blanca, lo que dio lugar a un plantón histórico a la RFEF al no acudir ni al entrenamiento oficial en La Cartuja ni a la rueda de prensa que tenían previsto ofrecer Carlo Ancelotti y Luka Modric.
Más tarde, el club emitió un comunicado en el que consideraba “inadmisible” la rueda de prensa de los árbitros de la final y esperaba que el ente federativo “proceda en consecuencia”. El Madrid se planteó incluso la no comparecencia en la final.
Más tarde, era el propio Louzán quien interrumpía la cena oficial de la final de la Copa del Rey para ponerse en contacto con los dirigentes del Real Madrid, acercar posturas y asegurar la celebración de la final este sábado en el estadio de La Cartuja.
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