
Con un elenco de lujo encabezado por Luciana Bueno, la “Carmen” número uno del Brasil, junto a los grandes tenores argentinos Gabriel García y Nicolás Sánchez, y un reparto integrado por muchas de las mejores voces de la escena nacional, la obra maestra de Georges Bizet, que reúne excelencia musical y un intenso dramatismo con una popularidad masiva y una notable vigencia, ofrecerá sus últimas dos funciones en el Teatro Avenida (Av. de Mayo 1222) de Buenos Aires este viernes 16 y el sábado 17 de mayo a las 20:30
En Carmen, una de las obras líricas más famosas y apreciadas por el público, Georges Bizet combinó con maestría una historia dramática de alto voltaje que conmovió con una música deslumbrante y personajes que trascendieron el universo del género.
Con dirección musical de César Tello y un elenco encabezado por la mezzosoprano brasileña Luciana Bueno, considerada “la mejor ‘Carmen’ del Brasil” y el tenor argentino Nicolás Sánchez, a través de una composición escenográfica que combina elementos clásicos con la tecnología audiovisual e incorpora imágenes pictóricas del Pablo Picasso apasionado por la tauromaquia y una dirección escénica dinámica que marida a la perfección con el libreto de Ludovic Halévy y Henri Meilhac, Gabriel Villalba propone un viaje en el tiempo y el espacio a la Sevilla de 1820.
El estreno de Carmen, el 3 de marzo de 1875 en el Teatro Nacional de la Opéra-Comique de París, provocó un escándalo inmediato, fundamentalmente por el carácter que el libreto imprime a su principal protagonista, que según el director actual de la sala, Louis Langre, “hace apología de la libertad de ir hasta el de fondo de sus deseos y de sus convicciones”.
Para el musicólogo Jean Cristophe Branger, experto en la ópera francesa del último tercio del siglo XIX citado por el periodista español Rafael Cañas en una reciente reseña, la Carmen de Bizet “es una mujer libre, emancipada”, en una época en que la mujer seguía siendo vista como “una propiedad”.
Pero además de la presunta inmoralidad de la mujer que vive según el dictado de su deseo y el hombre que por amor deserta del mandato de defender a su patria, la representación de la vida proletaria y su trágico final impactaron de manera negativa en el público de la época, que tardó varios años para otorgarle la notoriedad que la convertiría en una de las tres óperas más representadas en el mundo.