Lanús derrotó a Vélez Sarsfield 2-0, en el estadio de Deportivo Morón, y avanzó a los octavos de final de la Copa Argentina. El próximo rival del Granate será el vencedor de Instituto-Huracán, que jugarán el viernes 27 de junio en estadio a definir.
En un primer tiempo con mucho ritmo y situaciones repartidas para ambos equipos, la gran diferencia estuvo en que Lanús supo como generar riesgo y definir, mientras que Vélez Sarsfield no tuvo claridad ni precisión.
Por eso no extrañó que el conjunto de Mauricio Pellegrino festejase por duplicado. Un doble tapada, la segunda impresionante por la rapidez de reflejos, de Tomás Marchiori ante rematas de Marcelino Moreno y Eduardo Salvio fue un preanuncio. Y a los 20 minutos, Agustín Cardozo envió un pase por elevación para Ramiro Carrera, que le picó la pelota a Marchiori para ponerle firma al golazo.
Quince minutos después, Lanús lanzó un contragolpe tras un tiro libre en su área favorable al rival; Marcelino Moreno inició su carrera, superó la marca de tres jugadores de Vélez y cedió el pase a Eduardo Toto Salvio, a quien nadie marcaba, que anotó con derechazo bajo y cruzado.
En medio de esos dos goles granates, Vélez tuvo una chance clara, pero fue producto de un error de Nahuel Losada, que Agustín Bouzat -el único rescatable de Vélez, por su eterno sacrificio y empuje- terminó pegando en el poste.
Precisamente Moreno y Salvio generaban juego, se asociaban y desequilibran. El equipo de Guillermo Barros Schelotto, por el contrario, no tuvo generador de juego.
Un triple cambio en el entretiempo no cambió nada para Vélez. Por obligación fue hacia adelante, además de la resignación de terreno de parte de Lanús, aunque siguió huérfano de ideas y conexiones. Centros sin dirección, exceso de pases intrascendentes, malas decisiones. Así, la defensa de Lanús, apuntalada por la seguridad de la dupla central Carlos Izquierdoz-Ronaldo Dejesús, no pasó sustos.
En la única acción positiva, que culminó con un remate de Imanol Machuca atajada por Losada, hubo una mano previo de Armando Méndez dentro del área no cobrada por el flojo árbitro Andrés Gariano.
Notando la apatía del equipo de Barros Schelotto, Lanús se animó en los instantes finales del partido y estuvo al borde del tercer grito. Un disparo de Eduardo Salvio pegó en el travesaño y poco más tarde, el ingresado Felipe Peña Biafore, sólo en el área chica, remató alto.