Platense venció a Huracán 1-0, en el estadio Único Madre de Ciudades y festejó el primer título de su historia en la categoría máxima del fútbol argentino. En Santiago del Estero, el Calamar cerró su brillante sprint final en el Torneo Apertura que desembocó en una merecida, y sorpresiva, vuelta olímpica.
Bajo la sincronizada y experta conducción de la dupla técnica Favio Orsi-Sergio Gómez, que ya venían con antecedentes valiosos en el ascenso, los padres de la criatura, el flamante campeón entendió a la perfección lo que significa jugar en equipo. Algo tan sencillo, como difícil de plasmar.
El sacrificio, la entrega y la solidaridad son patrimonio de este Platense. Y que cada una de las piezas individuales cumplen su tarea en la maquinaria para armar el producto colectivo. Todos y cada uno de los futbolistas sabe donde pararse, como moverse, que hacer. Y con esos atributos, más la inteligencia táctica para saber cuando defender, cuando cuidar, cuando atacar y cuando arriesgar, el desenlace no podía ser otro.
Después de una campaña normal en la Zona A, el equipo fue adquiriendo ritmo y entrando en calor. Un sexto puesto, con 6 triunfos, 5 empates, 5 derrotas, 13 goles a favor y 11 contra, el Calamar clasificó a los playoffs.
Prácticamente nadie lo tenía como candidato en esa fase. Y el fixture parecía no estar de su lado: fue de punto e hizo saltar la banca ante Racing Club, en Avellaneda; ante River Plate, en el Monumental, y ante San Lorenzo, en el Nuevo Gasómetro. Y con autoridad y personalidad ganó en las tres canchas, y hasta soportó un vergonzoso arbitraje en contra en Núñez.
En esta finalísima ante Huracán, jugó como se debe jugar este tipo de partidos. Se plantó más arriba que en los partidos previos, ocupó los lugares donde el Globo empieza a organizar la fluidez de su juego y lo hizo sentir realmente incómodo. Y prevaleció en varios lapsos de los noventa minutos que terminaron con la histórica coronación.
Un zurdazo de afuera de Agustín Urzi salió cerca y le dio la primera emoción a Huracán, otro equipo que se destacó en este Apertura y cumplió un destacada campaña. En un primer tiempo, cargado de ritmo, intensidad y varias acciones al límite de las escasas tarjetas que sacó el árbitro Facundo Tello, Platense amenazó con peligro en dos ocasiones: un cabezazo de Leonel Picco, recepcionando un tiro libre de Vicente Taborda, que manoteó Hernán Galíndez por encima del travesaño y un zurdazo cruzado de afuera de Guido Mainero que se fue cerca del ángulo.
Era rápido el traslado de un área a la otra, aunque en los movimientos decisivos las situaciones netas no abundaban. Dentro de ese ritmo intenso, prevalecía el orden y la seguridad de Platense. La explosión llegó en el minuto 18, un instante que quedará grabado en la historia del Calamar, con el golazo de Guido Mainero, despachando un espléndido remate con su pie izquierdo, luego de una acción nacida en un tiro libre de Vicente Taborda.
GOLAZO DE GUIDO MAINERO PARA EL 1-0 DE PLATENSE ANTE HURACÁN EN LA FINAL ⚽🦑
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Ese golazo destapó un fuerte impulso anímico para todo Platense, los once héroes de adentro del terreno de juego, el banco completo a un costado, los miles de hinchas que se trasladaron a Santiago del Estero, los que lo siguieron, en distintos puntos cardinales, por TV y los que celebraron en el cielo, con el inolvidable Polaco Roberto Goyeneche, acompañado por Amador Alborja y Juan Carlos Castiñeira y tantos hinchas calamares.
Tardaron unos minutos en reaccionar, en despertar de ese sueño glorioso. Fue el único momento que la mente se nubló, y vaya si tenía motivos, y el equipo se desconcentró. Duró unos minutos, y Huracán, con el empuje de Leonardo Gil y los desbordes de Walter Mazzanti intentó torcer el destino. Hasta que Platense volvió a entrar en caja y hasta pudo estirar la cuenta. Regulando y cuidando o acelerando para dar otro golpe (un potente disparo de afuera de Rodrigo Herrera salió muy cerca), con su reconocida inteligencia táctica.
Y terminó la tarde inolvidable de Platense, el nuevo campeón, el campeón del esfuerzo y la capacidad. El campeón que hizo posible lo que asomaba como imposible. El campeón que se armó con una billetera flaca y mucha sabiduría para elegir refuerzos. El club que retornó tras 22 temporadas en el ascenso y con paciencia, disciplina y trabajo se insertó en la categoría principal, salió subcampeón en 2023 -cayendo en la final ante Rosario Central en el mismo escenario santiagueño donde esta vez desparramó pura felicidad- y que a partir de hoy decora, con orgullo, su escudo con una estrella dorada.
DESDE SAAVEDRA, SALIÓ EL NUEVO CAMPEÓN 🥇🏠🤎🤍
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ESTO ES PLATENSE. pic.twitter.com/roUxD5IPxt
La síntesis
Huracán: Hernán Galíndez; Tomás Guidara, Fabio Pereyra, Marco Pellegrino, César Ibáñez; Leonardo Gil, Leonel Pérez, Matko Miljevic; Walter Mazzantti, Eric Ramírez y Agustín Urzi. DT: Frank Kudelka.
Platense: Juan Pablo Cozzani; Juan Saborido, Ignacio Vázquez, Oscar Salomón, Tomás Silva; Rodrigo Herrera, Leonel Picco; Guido Mainero, Vicente Taborda, Ronaldo Martínez; Augusto Lotti. DT: Favio Orsi y Sergio Gómez.
Gol en el segundo tiempo: 18m. Guido Mainero (P).
Cambios en el segundo tiempo: al inicio, Leonardo Sequeira por Eric Ramírez (H); 4m. Edgar Elizalde por Tomás Silva (P); 12m. Gabriel Alanís por Agustín Urzi (H); 27m. Matías Tissera por Leonel Pérez (H) y Hernán De La Fuente por Tomás Guidara (H), 37m. Ramón Ábila por Matko Miljevic (H) y Franco Zapiola por Vicente Taborda (P). 40m. Fernando Juárez por Rodrigo Herrera (P) y Nicolás Orsini por Ronaldo Martínez (P).
Estadio: Único Madre de Ciudades (Santiago del Estero).
Árbitro: Facundo Tello.