Sin Copa, pero con Liga

El sentir del vestuario y del cuerpo técnico es que se puede pelear por el campeonato tras la respuesta del equipo en Sevilla.

Se escapó la Copa, pero el Madrid regresó de Sevilla con la sensación de que la Liga no está tan lejos como podía parecer. A pesar del mazazo que supuso para el equipo la derrota ante el Barça, el partido dejó el feeling de que la diferencia con los de Flick no es el abismo que el 0-4 de la primera vuelta de Liga y el 2-5 de la Supercopa reflejaban. Hubo incluso una fase del partido en la que los de Ancelotti acariciaban el título y tuvieron a los azulgrana a su merced. Una competitividad que da alas al equipo de cara a las cinco jornadas que quedan para el desenlace liguero. El sentir del vestuario y del cuerpo técnico es que si salen bien parados de los dos próximos partidos, ante el Celta este domingo y el propio Clásico del 11 de mayo, “¡la Liga es posible!“. Y van a intentarlo hasta el último partido…

La final de La Cartuja abrió los ojos al Madrid. En la segunda parte y en la prórroga el equipo demostró que puede plantarle cara al Barcelona, tratarle de tú a tú. Una reválida superada que aviva la esperanza pensando en lo que queda de Liga y, sobre todo, en el decisivo Clásico de Montjuïc (11 de mayo). La primera de las dos finales que afronta el Madrid. Porque para salir vivo de la montaña mágica, primero hay que llegar vivo a ella. Al menos, que los cuatro puntos de desventaja que hay ahora no vayan a más. Y eso pasa por ganar al Celta el domingo en una jornada que, en otras circunstancias, en mitad de una exigente eliminatoria de semifinales de Champions, podría resultar propicia para un tropiezo de los azulgrana, pero en la que el Barça visita a un Valladolid matemáticamente descendido.

Pero hay otra lectura de lo que pasó en la capital hispalense. El asalto al título no estará exento de obstáculos. Las dificultades se redoblan para Ancelotti. El partido de saldó con las lesiones de Mendy (cuya reaparición tras 46 días de ausencia duró apenas ocho minutos), Rüdiger Ceballos. El alcance de sus lesiones se conocerá mañana, cuando el equipo regrese al trabajo y los tres se sometan a pruebas. El lateral francés tiene una lesión en el cuádriceps derecho. El central alemán, que aguantó muchos minutos con un aparatoso vendaje antes de ser sustituido, acabó con molestias en la rodilla derecha. Y Ceballos fue cambiado en el 55’ con molestias en el tobillo izquierdo. El alivio es que Vinicius, que pidió el cambio a punto de cumplirse el 90’, solo estaba agotado. Además, el lío del final del partido puede tener consecuencias disciplinarias en Liga para el defensa alemán.

Animados

Ayer fueron escasos los jugadores que se manifestaron públicamente, pero quienes lo hicieron transmitieron un mensaje de confianza en que todo es posible. “Está siendo un año complicado, física y mentalmente muy duro, pero un día fui claro: ‘hasta que no me den más las piernas’. Este club no merece menos. Volveremos, seguiremos y ahí estaré dejando todo por el respeto que merece el Madrid”, escribía en Instagram el infatigable Fede Valverde.

“Celebran nuestras derrotas como si no fuéramos a ganar otra vez. Volveremos”, escribía Tchouameni en inglés. Arda Güler, cuya entrada alborotó el partido, también eligió la lengua de Shakespeare: “Habrá días buenos y habrá días malos como el de ayer [por el sábado]. Pero prometemos que nunca mancharemos esta camiseta porque dejemos de luchar”, escribió la perla turca.

La recta final

Con la consigna de salir de Montjuïc aún metidos en la pelea, después del Clásico quedarán tres partidos para decidir la Liga. Y con reminiscencias históricas. En la jornada 36 el Barça visita al Espanyol, con la esperanza en las filas madridistas de que se repita el Tamudazo de 2007. Los de Flick acabarán contra dos rivales del top-5: Villarreal Athletic. El Madrid se verá las caras con tres oponentes de la zona media: Mallorca, Sevilla y Real Sociedad. Pero todo en el Madrid pasa por un Clásico, el de Montjuïc, al que acudirá con la confianza renovada. Hay Liga.

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