El jugador andaluz reclama el estatus que se ha ganado en los dos últimos años en el Barça. Los fichajes de Romeu y Gündogan le complican.
El encaje de Gavi esta temporada puede acabar resultando un foco de polémica en el Barça. La situación no es sencilla. El centrocampista ya empezó siendo suplente la temporada en Getafe. Y más allá de que Xavi pueda refugiarse en que su pretemporada ha sido más irregular que la del resto (fue uno de los primeros en sufrir la gastroenteritis vírica que afectó al equipo en la gira y tuvo problemas en la espalda), también Gündogan se había lesionado contra el Madrid y Oriol Romeu terminaba de aterrizar. El caso es que Gavi fue suplente y, aunque probablemente el técnico intente ‘compensarle’ alineándole de salida ante el Cádiz, Gavi no va a conformarse con ser el quinto centrocampista y rellenar los minutos que, por circunstancias no jueguen Romeu, De Jong, Gündogan y Pedri como sucedió en Getafe. Esa pantalla ya la considera pasada por varios motivos.
El primero es que ni De Jong ni Pedri, sus compañeros la temporada pasada, hicieron mejores números que él. Gavi firmó tres goles y siete asistencias; por dos tantos y cuatro pases definitivos de De Jong. Pedri marcó siete goles pero sólo dio una asistencia. Gavi es, además, el segundo futbolista con más valor de mercado de los interiores del Barça. La web especializada Transfermarkt lo tasa en 90 millones, diez por debajo de Pedri (100), pero quince más que De Jong (75), setenta más que Gündogan (20); y 85 más que Oriol Romeu (5). Y, por supuesto, es el jugador más joven de todos con 19 años recién cumplidos.
Renovado hasta 2026 la temporada pasada, Gavi ha tenido además un alto trato de favor con el Barça. Desde su explosión, y agradeciendo al club el trato que le ha dado desde que llegó a La Masia, ha hecho oídos sordos al interés de clubes tan gigantes como el Bayern o el Chelsea. Y siempre ha puesto por delante al club azulgrana pese a que ni siquiera fue capaz de garantizar su inscripción con el primer equipo durante toda la temporada pasada; y lo metió en medio de una batalla judicial con LaLiga que le hizo dar bandazos con el dorsal. Del ‘30′ del Juvenil, al ‘6′, y de nuevo al ‘30′. Ni siquiera forzó la máquina sabiendo que una cláusula le permitía salir gratis el pasado 30 de junio si el Barça, que en este caso sí encontró un aliado en LaLiga, no era capaz de inscribirle como jugador del primer equipo.
Xavi se había entrenado para el escenario. En Las Vegas, dijo que, “si repasáis los minutos desde que soy entrenador, Gavi puede ser el que más ha jugado conmigo y no tengo dudas de que será fundamental. Es pura pasión y carácter ganador. No cambia nada”. Mundo Deportivo desveló días después que el entrenador mantuvo una charla con el joven futbolista para tranquilizarle y dejarle claro que será importante. Pero el entrenador de Terrassa va a tener que hacer algo más para convencerle. De momento, se ha mojado más por un jugador que ha fichado él (Oriol Romeu ha sido titular en todos los partidos de pretemporada y el primero oficial); su ojito derecho, que es Pedri; los galones de un capitán, De Jong; y el fichaje estrella de la temporada, Gündogan. Cabe recordar, por ejemplo, que De Jong no empezó el curso como titular. Según Xavi, por cuestiones deportivas. Si eso fuese así, y no porque entonces el holandés tuviese opciones de ser traspasado por entonces, Gavi habría dado un paso atrás.
Gavi no se va a conformar, ni de lejos, con un rol de suplente. Y Xavi va a tener que gestionar cómo mueve a sus cinco centrocampistas en los partidos importantes. Le caben cuatro. Porque durante una temporada siempre hay lesiones y minutos para todos. Con eso cuenta el técnico. Pero en cualquier vestuario se olisquea a quién le tiene fe el entrenador de verdad. Gavi no quiere ser el quinto elemento del centro del campo y Xavi va a tener que demostrárselo.
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