La victoria de Argentina sobre Países Bajos, sellando la clasificación a las semifinales del Mundial de Qatar, derivó en una imagen repetida: hinchas eufóricos saliendo a las calles a festejar y desparramar alegría.
Hombres, mujeres, adultos, jovenes y niños vestidos con camisetas celeste y blanca, agitando banderas y replicando los temas de cancha dieron rienda a la fiesta. Una gran mayoría se expresó no sólo en el territorio argentino, sin importar la lluvia, sino también en distintos puntos del planeta.
En Rosario, el Monumento a la Bandera, clásico sitio de festejos, volvió a ser el punto de encuentro.
En la ciudad de Buenos Aires los puntos de festejo estuvieron en el Obelisco y en todos los barrios.
Villa Gesell reunió a sus habitantes permanentes y a los turistas entre ellos el ex arquero de Defensores de Belgrano, Gabriel Monti Tiraboschi.
Pinamar fue otra ciudad de la Costa donde hubo festejos por la victoria de la Selección en Qatar.
En la bonaerense Pilar, la celebración se desarrolló en la Plaza principal.
La Patagonia también desbordó alegría por esta importante victoria argentina. En Comodoro Rivadavia, se celebró.
No sólo en la República Argentina se festejó fuerte. También en el exterior, por ejemplo en Bangladesh, un país que hace tiempo nuclea a fanáticos de Argentina, en un fenómeno especial que no entiende de nacionalidades ni distancias.
Inmigrantes argentinos, con varios catalanes asociándose en el festejo, celebraron el triunfo de Argentina en el Arco del Triunfo en Barcelona.
En Tel Aviv, donde vive una nutrida colonia argentina, también hubo alegría desparramada por el triunfo del equipo de Lionel Scaloni, Lionel Messi y Emiliano Martínez.