Alerta roja con Lopetegui

La falta de fichajes y la venta de los mejores jugadores del equipo hacen replantearse su continuidad en el Wolverhampton. Podría no llegar al debut del lunes ante el United.

El futuro de Julen Lopetegui como técnico del Wolverhampton está en el aire. El cambio de rumbo en el proyecto, sin fichajes y con ventas constantes de los mejores futbolistas de la plantilla, ha enredado la relación entre el entrenador y el club. A pesar de sus intentos por revertir la situación, el mal momento económico de la entidad hace imposible que lleguen los fichajes que Lopetegui considera fundamentales para poder mantenerse una temporada más en la Premier.

Ya la pasada campaña conseguir la salvación fue un dolor de muelas para el técnico vasco, que llegó a un equipo hundido en el último puesto de la tabla y lo logró mantener en la élite del fútbol inglés de manera muy meritoria y con un par de jornadas de margen. Pese a ello, al día siguiente de sellar la permanencia ante el Aston Villa se le comunicó desde la propiedad que los problemas con el Fair Play financiero iban a condicionar el futuro. Así, algunas estrellas han sido vendidas y los fichajes, ni siquiera los que proceden de segunda división, se han producido.

Hasta ahora, los únicos refuerzos que han llegado son opciones de compra de jugadores que ya estaban en plantilla o futbolistas por los que no se ha pagado traspaso: Matheus Cunha, Boubacar Traoré, Doherty (libre) y King (libre). En cambio, varios de los jugadores más importantes de la plantilla hicieron las maletas y se marcharon: Rúben Neves (Al Hilal, 55), Collins (Bretford, 26), Coady (Leicester, 8,7), Raúl Jiménez (Fulham, 6,4), Giles (Luton, 5,8), más Moutinho, Diego Costa y Adama Traoré que no han renovado sus contratos.

El balance económico es positivo gracias a los movimientos de mercado, pero dejan muy tocada la plantilla para afrontar un reto tan importante como es salvar a un equipo modesto en la mejor competición del mundo. Lopetegui lo sabe, y así lo comunicó a la propiedad, pero el inmovilismo reinante ha hecho que el técnico se replantee seriamente su continuidad en el club. Las próximas horas pueden ser cruciales. El proyecto del Wolves es una trampa y Lopetegui no quiere ser víctima de ello.