Paisaje, La oscuridad descubre la verdadera naturaleza, película rodada íntegramente en la localidad mendocina de Uspallata, refleja la historia de una joven pareja, Leandro y Eugenia -convincentemente interpretados por Ailín Salas y Juan Luppi-, que atraviesa un período de incertidumbre y tirantez mientras está a punto de tener su primer hijo.
En un visita familiar a los padres y hermanos del protagonista surgen también tensión en la relación padre-hijo. Dady Brieva, en una participación especial, asume el rol del padre, de dos hermanos, de fuerte personalidad y convicciones. Un papel sin fisuras y también sin fisuras.
En medio de esas situaciones, los protagonistas emprenden un viaje lleno de inconvenientes y situaciones límites en medio del espectacular escenario natural de Uspallata. Esas montañas, ríos, arroyos, vegetación desértica y valles regalan hermosas vistas panorámicas -en un sitio histórico por haber sido punto de encuentro en el liberador cruce de los Andes-, pero que también se transforma en una trampa extrema y peligrosa. La incertidumbre, la tensión y la delgada línea entre la vida y la muerte se unen.
Las interrelaciones personales y familiares están presente en todo momento, mezcladas con las situaciones de aventura, riesgo y peligro.
“Es una película para ver en pantalla grande, para eso fue pensada y concebida”, asegura Matías Rojo, su director. El estreno en las salas, de CABA, Gran Buenos Aires, Mendoza y otras ciudades, será el jueves 15 de febrero. Completan el elenco María Ucedo y los actores mendocinos Jorge Fornés, Alejandra Trigueros y Diego Quiroga.
IAM Noticias estuvo presente en el pre estreno para la prensa y las posteriores entrevistas con Ailín Salas y Juan Luppi.
“Personalmente me gustó mucho el guion cuando me lo presentaron y lo leí, pero la idea de hacer una película épica en la montaña, en Mendoza, a caballo, me enamoró. Fue algo más grande de lo imaginado: estar en la montaña, cagarse de frio, salir y perderse en el bosque, hablar de las escenas, formar un equipo humano que se levantaba temprano para arrancar y seguir todo el día, ir a comer todos juntos”, afirma Luppi, nieto del reconocido y exitoso actor Federico (fallecido en 2017).
Agrega que “me parece que la película cumple dos niveles diferentes, uno a nivel narrativo, la aventura que vive esta pareja con las adversidades en la montaña, y otra a nivel simbólico, donde se ven reflejados temas como la paternidad, la relaciones con la familia, con la pareja y con la vida en general”.
Ailín Salas afirma que “la película habla de una incertidumbre total, de los miedos y de como reaccionan las personas frente a situaciones extremas. Toca el tema de la soledad, aún estando con otras personas, creo que esa soledad aparece como una idea más abstracta en ese espacio y lugar donde transcurre la película. Todo se vuelve extremo. Mi personaje está atravesando un embarazo, y traté de ser fiel, sin haber sido madre nunca”.
Luppi considera que “Paisaje es un muy claro ejemplo de que la persona que tenés al lado hace que estés en el paraíso o en el infierno. Me parece que la historia refleja muy bien eso, es una historia muy entretenida y que hace reflexionar mucho”.
La actriz, nacida en Brasil y con amplio recorrido en películas y programas de TV de Argentina y de su país natal, acota que “la película abre más preguntas que da respuestas concretas. Muestra que en la vida todo se puede ir a un lugar extremo y que queda la fortaleza de lo que puedas hacer. Todos los personajes están solos, más allá que en algún momento se apoyan. Se habla bastante de la soledad”.
Salas elogió compartir elenco con Dady Brieva: “Lo amamos, fue un placer trabajar con él, fue espectacular, es un divino total. Filmé pocas escenas con el, me hubiese gustado que fuesen más. Sobre su papel, está impecable como interpreta su personaje, porque tiene una presencia fuerte y desde el comienzo explica el vínculo con su hijo”.
También interpretó a una mujer embarazada en su anterior filme, Las Preñadas. “Era desafiante el tema de hacer de embarazada, la escena del parto, todo eso. Quería hacerlo lo mas fiel posible y parecer una santidad. Como ya dije no fui madre, pero intenté hacer reales la forma de moverme, de caminar agarrándome la panza, todos esos detalles”, señala.
Salir de Buenos Aires y filmar íntegramente en el interior significa para Luppi “un placer absoluto. A nivel personal creo fuertemente en lo importante, lo sano y y lo bueno que es el federalismo no sólo en el cine sino en todas las industrias. Para mí fue divertidísimo y a todo lo agradable que es filmar una película, meterse en un proceso creativo y ganar plata, encima se le sumó el plus de viajar a un paraíso natural. Aunque, al principio, como porteño tenía la sensación de culpa de ir a Mendoza a ocupar ciertos lugares, pero enseguida vi que era algo muy federal”.