“Decidí decir toda mi verdad…”
Así arrancó Lance Armstrong el primer capítulo de “Lance”, el documental que dirigió Marina Zenovich para ESPN, en el que cuenta cosas de su vida, la privada y la pública, y en la cual el dopaje vuelve a ser la piedra angular.
Al momento de hablar de doping, Armstrong se refirió a una de las mecas del ciclismo mundial, Italia, y lanzó sobre la mesa uno de los grandes ídolos de ese país Marco Pantani.
“Italia glorifica a Ivan Basso, lo tiene en alta estima, le ofrece un trabajo y lo invita a la televisión. Sin embargo, él no es muy diferente de mí o de Jan Ullrich”, aseguró Armstrong.
Inmediatamente, el estadounidense agregó que “fui a ver a Jan Ullrich a Alemania, en las instalaciones donde estaba desintoxicando y no fue un buen viaje. Lo amo, fue la persona más importante en mi vida”.
Y fue entonces cuando Armstrong habló de Pantani al comentar que “Italia demolió y mató a Pantani, Alemania desprecia a Ullrich pero ama a Zabel, que también fue drogado. Y Pantani está muerto, jodidamente muerto”.
Pantani fue ganador del Giro de Italia y el Tour de Francia en 1998; pero su carrera, y su vida, entró en declive un año después cuando fue descalificado del Giro por doping; y falleció en 2004 por una sobredosis de cocaína.
Por supuesto que a la hora de hablar de Italia, Armstrong también se refirió a Michele Ferrari, el médico que manejó el programa de dopaje que lo llevó, entre otras cosas, a ganar 7 Tours de Francia.
“Hice todo lo que dijo, tenía fe ciega en él. Todo lo que necesitaba eran glóbulos rojos”, puntualizó.