Fausto Grillo: su amor por Vélez, su extraño apodo, sus peleas con Teo Gutiérrez y su mala experiencia en Boca

Foto: Trapani Calcio

Fausto Grillo, con pasado en las inferiores de Boca, estreno en el profesionalismo en Vélez, y actual jugador de Trapani, de la Serie B de Italia, contó que “tenía un compañero fanático del Milan, le decía muerto, te ganamos la final del mundo, lo volvía loco, lo jodía diciéndole te cogimos en el 94. Cuando estás afuera ves la magnitud de lo que es Vélez. Tengo el orgullo de haber jugado en un club que es gran parte de mi vida. Lugar donde vaya, lugar que voy a nombrarlo”.

El temperamental defensor, de 27 años, vivió una etapa complicada en Vélez, por la amenaza del bajo promedio. “Yo sentía en todo momento que nos íbamos a salvar del descenso. Con Pavone llegábamos primeros a entrenar y agarrábamos el diario para ver los promedios y hacer cuentas”, señaló en una distendida entrevista con YoFortín.

Agregó: “Con Talleres, un partido increíble que perdimos, se me llenaron de lágrimas los ojos porque la gente coreó mi nombre, fue un sueño. Tenía mucha bronca, y que la gente reconozca el esfuerzo me llenó de orgullo. Nos querían ver muertos, pero entre todos los pibes lo pudimos sacar adelante. Al hincha de Vélez hay que pedirle perdón, porque sufrió muchísimo por esa situación”.

Tras 46 goles partidos y 1 gol anotado, entre 2014 y 2018, en Vélez Grillo emigró a Göztepe Spor, de Turquía, y la temporada pasada emigró a Italia. Mucho antes, el pibe llegado desde su Bariloche natal estuvo en las divisiones inferiores de Boca. Reconoció que “en Boca no me trataron bien, era un ambiente feo, no estaba cómodo, me hacían sentir que era del interior, no me trataron bien. En cambio en Vélez me encontré una familia, los chicos se juntaban antes de jugar, hacíamos asados”.

Reveló un poco conocido apodo de la juventud: “De chico fui Tato, me lo pusieron porque a mi hermano no le salía Fausto y me llamaba así. Después mis amigos me pusieron Garzo Feo, porque yo escupía todo el tiempo a los rivales, ja, ja”.

Grillo confesó que “en Turquía más de una vez me peleé en el vestuario y me di bastante en la cancha. En Vélez también, pero por suerte nunca no salió a la luz”; que “con el rival más me pelee fue con Teo Gutiérrez. Te meaba, era divertido. Yo le metía piñas para que entré y me tiraba frases graciosas”; que “Diego Milito me dejaba siempre parado, fue el delantero que más me complico”; y que “la peor patada que di fue contra Racing, a Gastón Gato Díaz. Se la di en el pecho. Aparte innecesario. Estaba ciego y fui con los dos pies para adelante”.