Atlético Tucumán estuvo cerca de ganarlo, pero el empate ante Tigre lo mantiene bien arriba

Foto: Tigre

Tigre y Atlético Tucumán empataron 0-0, en Victoria, por la decimocuarta fecha del campeonato de la Liga Profesional. El conjunto tucumano conserva el liderazgo con 29 puntos, cuatro más que el escolta Gimnasia y Esgrima La Plata, que visitará mañana a Unión.

En un primer tiempo intenso aunque sin llegadas netas, Tigre tuvo mayor posesión, movilidad y ambición y Atlético Tucumán, ordenado y cauteloso, lo esperó y tuvo firmeza para no sufrir preocupaciones en su área. No sólo eso, además dispuso de la situación más clara de esa primera etapa: un derechazo, de afuera, de Martín Garay que motivó un vuelo de Manuel Roffo para desviar al córner, a los 21 minutos.

En el centro de la cancha, el duelo entre los doble cinco -Sebastián Prediger y Ezequiel Fernández, en el local, Guillermo Acosta y Ramiro Carrera- aportaba un interesante y parejo desafío táctico.

Después de los 20 minutos del segundo tiempo, el puntero del campeonato se arropó de mayor agresividad. Y Manuel Roffo, la figura indiscutida de la cancha, fue el gran responsable de mantener el cero en su arco.

A los 21 minutos, el incisivo Ramiro Ruiz Rodríguez lo dejó a Augusto Lotti de cara a Roffo, que anticipó y tapó. Cuatro minutos más tarde, el 1 de Tigre desvió un amenazador cabezazo de Manuel Capasso -otro que jugó un partidazo, impasable en defensa y aportando peligro las pocas veces que cruzó el terreno., desde el área chica.

Cerrando esta ráfaga rápida y furiosa del ataque de Atlético Tucumán frenadas por la eficiencia de Roffo, a los 29 minutos, el ingresado Mateo Coronel gambeteó al arquero, que desde el piso alcanzó a tocar la pelota para desestabilizar el remate final que acabó pegando en un poste.

Tigre generó un par de chances claras en el epílogo del partido, ambas protagonizadas por Cristian Zabala, que había ingresado a los 38 minutos. A los 41, el volante surgido en Quilmes capturó un rebote un metió un derechazo que obligó a Carlos Lampe a una ágil estirada para volar y despejar. Y dos minutos después, Zabala cabeceó y el arquero boliviano se estiró para desviar con un manotazo bien arriba.

Bien plantado, concentrado, sólido, exhibiendo personalidad, Atlético Tucumán ratificó que el primer puesto en la tabla de posiciones no lo asusta. Y parece dispuesto a no soltarlo.