Osasuna, juez de paz para Modric

La presencia del croata en el once del sábado calibrará si sus suplencias han sido algo puntual o subyace una crisis latente sobre el rol de Luka en el equipo.

La estampa se ha repetido tres veces en siete días. En el Bernabéu, en Montilivi y en Nápoles. Modric, tres partidos seguidos en el banquillo. Una secuencia casi insólita en sus once años en el Madrid. Sólo había ocurrido dos veces: en el arranque de la temporada de Lopetegui (2018-19) y en el inicio de esta. Pero había matices. Esas dos veces llegó a jugar minutos en los tres partidos. Esta vez, esto sí era inaudito, venía de no jugar los dos anteriores encuentros, a los que había que sumar la segunda parte del derbi. 290 minutos viendo el fútbol desde la banda. Una eternidad para el genio de Zadar. El sábado, contra Osasuna, la atención del once estará puesta en la presencia de Modric. Su presencia o no calibrará el rol que el croata mantiene en el equipo.

Modric, de 38 años, siempre ha tenido claro que quería seguir en el Madrid, pero no a cualquier precio. Lo dijo con claridad en febrero, antes del partido en Anfield. “Quiero renovar porque lo merezca, no porque me lo regalen”. Y obró en consecuencia. A diferencia de otras figuras del fútbol mundial, Luka ignoró los cantos de sirena que llegaron de Arabia Saudí. Prefirió agrandar su leyenda en el Madrid a entregarse a un millonario retiro dorado. Eso implicaba un compromiso y una esperanza: tener y aportar minutos de calidad al equipo. Algo que le está costando en este inicio de temporada, que debía dejarle a las puertas de alcanzar los 500 partidos con el Madrid (lleva 496). Las tres suplencias seguidas se hacen difíciles de entender para un jugador que, hace poco más de un año, formaba junto a Kroos y Casemiro una sociedad que parecía indisoluble. En lo que va de temporada, sólo ha coincidido 157 minutos con el alemán. En total el croata lleva disputados 309 minutos, un tercio de los posibles.

Las dudas, inevitablemente, surgen. Pedja Mijatovic, muy cercano a Modric, desvelaba el sábado en Carrusel Deportivo que Beckham había trasladado personalmente al croata el interés del Inter Miami (el inglés es uno de los copropietarios) en ficharle. El lunes en El Larguero, también en la antena de la SER, destacaba la determinación del de Zadar para revetir la situación que está viviendo. “Es normal que Modric esté molesto. Ha optado por quedarse, está atravesando por un momento complicado. Él quiere pelear por un sitio. Cree que puede ayudar al equipo. La situación puede cambiar”, explicaba el héroe de la Séptima.

De las palabras de Ancelotti, a la celebración del 2-3

Ancelotti le restaba importancia en la previa de Nápoles: “No ha jugado simplemente porque la competencia es muy alta y puede pasar que alguno se quede en el banquillo. No tenemos ningún problema. Es sólo una decisión técnica que ha pasado en estos dos partidos y que puede cambiar mañana o en los próximos partidos”. Pero en el Maradona volvió a ser suplente. Hasta el minuto 65.

Allí también se evidenció el cariño del vestuario. Bellingham se había esforzado en hacerlo ver con sus palabras tras el partido de Girona. “Llevo tres meses aprendiendo de Modric”, dijo sobre la asistencia que le dio a Joselu en Montilivi. Minutos después subió una foto con Luka a sus redes sociales. En Nápoles, después del gol que generó Valverde, el uruguayo se fue a celebrarlo con Modric, que había ejecutado el córner en el inicio de la jugada.