Horacio Accavallo, el recordado campeón mundial peso mosca, es uno de los grandes íconos del boxeo argentino. Su historia es muy conocida: cartonero, lustrabotas y trapecista de pibe llegó a construir una exitosa carrera deportiva hasta coronarse como el mejor del mundo en su categoría.
Desde hace varios años, Accavallo, que tras retirarse del boxeo se convirtió en un exitoso hombre de negocios, está internado en un centro de salud. Actualmente tiene 86 años.
En estos días su familia, especialmente su hijo también bautizado Horacio Accavallo, está empeñada en recuperar el cinturón de campeón del mundo.
Ese trofeo fue conquistado por Accavallo ante el japonés Katsuyoshi Takayama en Tokio, en 1966, por puntos. Luego fue defendido ante el también japonés Hiroyuki Ebihara, en dos ocasiones, y ante el mexicano Efren Torres. Y desde hace tiempo está desaparecido.
“Quiero ver si puedo recuperar el cinturón de campeón del mundo de mi viejo. Mi papá lo llevó al Luna Park hace muchos años para una exhibición
y nunca más lo volvimos a ver”, explica el hijo, creador de un línea de vestimenta deportiva.