ACTC Despide a Carlos Pairetti

La Asociación Corredores Turismo Carretera expresa su pesar por el fallecimiento del Campeón de la temporada 1968.

El popular “Il Matto”, santafesino de nacimiento pero arrecifeño por adopción, fue uno de los grandes del Turismo Carretera

Debutó en TC en 1962, en la Vuelta de Pergamino sobre una coupé Chevrolet de Néstor Marincovich, y su primer triunfo en la máxima llegó al año siguiente, en la Vuelta de Mar del Plata. En 1963 también ganó su primer Gran Premio, el de Mercedes-Arrecifes.

Con aquella cupecita se anotó nueve victorias. En 1965, Pairetti selló el primer y único triunfo hasta el momento de una marca distinta a las cuatro históricas de la categoría: fue con un Volvo 122 SB.

En 1967 comenzó a gestarse la leyenda. Ante el rápido avance de los prototipos, Carlitos cambió su coupé por el Barracuda-Chevrolet, y obtuvo tres triunfos hasta mediados de 1968, pero el poderío que Torino y las Liebres empezaban a despuntar lo llevó a cambiar nuevamente.

Pairetti se puso en contacto con Horacio Steven, que había dado de baja el proyecto Baufer-Ford por las muertes de Oscar Cabalén y su acompañante, y la del acompañante de Atilio Viale del Carril, y le propuso aplicar un cambio radical: rediseñar el modelo, y colocarle un motor Chevrolet. La pintura fue un asunto de último minuto, y por una mera casualidad. Una mezcla de colores, de los que habían en el taller, le dio al auto su color insignia. Su apodo terminó de conformarse por la sorpresa que causó su performance y así lo bautizó la prensa de aquel entonces. Nacía el Trueno Naranja, uno de los modelos más icónicos de la historia del Turismo Carretera, y con él obtendría cuatro triunfos que le darían el título de 1968.

Más adelante, su camino lo llevaría a experimentar con nuevos modelos y marcas, e inclusive llegaría a competir en el exterior, sin embargo, su recorrido con el Trueno Naranja lo inmortalizaría en lo más ilustre del TC. “Il Matto” se retiró en 1978, pero siempre se mantuvo cerca del automovilismo. Firme promotor de la actividad en la Cuna de Campeones, acompañó la carrera de Norberto Fontana y dio vida al Museo del Automovilismo de la ciudad de Arrecifes. Hasta se dio el lujo de actuar en películas, fue doble de Sandro y protagonizó de una de ellas: Piloto de Pruebas, de 1972.

Carlos Alberto Pairetti, nombre fundamental en las páginas más destacadas de la historia teceísta, su recuerdo permanecerá indeleble en cada uno de los integrantes de la gran familia del Turismo Carretera.