Modric pide paso

El croata espera salir de inicio en Balaídos tras dos suplencias consecutivas. Frente al Celta, se estrenó en la 2022-23 como titular y goleador. Dejó buenos minutos en Bilbao y Almería.

El paso del tiempo y la evolución natural de las cosas conlleva cambios, pero Luka Modric lleva años revelándose ante ellos con el rendimiento como principal arma. Cumplirá los 38 el próximo 9 de septiembre en la que es su duodécima temporada como madridista, pero antes tiene tela que cortar. Mañana aguarda el Celta en Balaídos (viernes, 21:30 h), con el croata en medio de una transición dulce de la que se quiere desmarcar. No fue titular ni en el estreno liguero ante el Athletic en San Mamés ni en la visita a Almería del pasado sábado, y espera que ante el equipo vigués llegue su momento.

Que este año su participación se iba a ver resentida era vox populi. Tanto la suya como la de Kroos. Así se lo transmitió Ancelotti a ambos en privado y así lo ha hecho saber también en público. “Su protagonismo será igual, aunque puede ser que jueguen menos minutos”, reconoció el italiano en rueda de prensa tras la victoria ante el Almería.

Con siete mediocentros en nómina, pero sin el lesionados Ceballos, Carletto ha optado en las dos primeras jornadas por poner en liza un centro del campo que el club viene enarbolando, con vistas a futuro, de un tiempo a esta parte. Sólo Kroos la pasada jornada, y ante las molestias en la rodilla de Camavinga, se hizo un hueco en la nueva medular a la que ahora dan forma Tchouaméni (23 años), Valverde (25), Bellingham (20) y el propio Cama (20). 22,4 años de media a los que el alemán aportó clarividencia en el Power Horse Stadium, con una aistencia y un 94% de acierto en el pase. Por su parte, Modric contempla desde la distancia, al tiempo que aguarda su turno.

Balaídos, punto de partida

Balaídos le trae buenos recuerdos. Allí se estrenó como titular el curso pasado y allí podría estrenarse este fin de semana. En la 2022-23, volvió al once ante el Celta tras haber sido suplente en el debut liguero en Almería, y en este arranque podría seguir los mismos pasos, sólo con una suplencia más (la primera ante el Athletic) de por medio. Aquella noche del 20 de agosto, dejó además un gol de quilates (desde la frontal y ajustado a la escuadra derecha de Marchesin) que puso al Madrid por delante (1-2) y encauzó la que acabó siendo la segunda victoria blanca de la temporada (1-4).

Es la última de las 22 ocasiones en que el de Zadar (Croacia) se ha medido al Celta, el cuarto equipo al que más se ha enfrentado, por detrás de Atlético (34 partidos), Barcelona (31) y Athletic Club (23). Ante los vigueses registra cuatro asistencias y el mencionado gol en las 20 titularidades de las que ha disfrutado. Tan sólo en dos ocasiones fue suplente (2019-20 y 2022-23), pero en ninguna de ellas con Balaidos como escenario.

Tras esa visita a la Ciudad Olívica el pasado año, Modric fue titular en diez de los once siguientes partidos en que estuvo disponible en Liga. Un balance que invita al optimismo del croata, pero que la feroz competencia en la sala de máquinas, con un nuevo integrante (Bellingham) y el paso adelante de Camavinga y Tchouaméni, dificulta.

Luka terminó el ejercicio con 52 partidos y 3.162 minutos en la mochila, pero este pinta distinto. Su suplencia en el Clásico de Dallas fue sólo la antesala de la nueva realidad a la que se ha enfrentado en este inicio de Liga. Sabe que su rol va a ser distinto, pero no cambia el semblante. En Almería dejó minutos (29′) de calidad y en Vigo quiere dar un paso más. El rockero croata quiere volver a subir al escenario.

La Eurocopa con Croacia, en el horizonte

A lo especial de esta temporada (seguramente la última de Modric como madridista) se le suma una gran cita que eleva el presente curso a otra dimensión: la Eurocopa de 2024. Modric, patriota de pro, es uno de los pocos veteranos croatas que han mantenido su vínculo con la Selección pese al trascurso del tiempo. Junto a Perisic (34 años), encabeza a una Croacia en vías de renovación que en el próximo verano disfrutará del último servicio de su capitán. Un último baile con el que el 10 de Madrid quiere resarcirse del mal sabor de boca que dejó en el país balcánico la derrota frente a España en la final de la Liga de Naciones. La última oportunidad de la que dispone Modric para conseguir un título con su Selección tras 18 años como internacional y 166 partidos en su haber.