Lo que calla la sangre: una novela histórica, con amor, odio, secretos, traiciones y lealtades

El amor y el odio, el bien y el mal, la traición y la lealtad, la verdad y la mentira. Los extremos opuestos quedan bien definidos, en medio de un contexto histórico de la Argentina en la última década del siglo XIX, en Lo que calla la sangre, novela histórica  y romántica que marcó el estreno literario grande de  la pergaminense Nancy Bonillo

Comienza el relato con el suicidio de Leandro N. Alem, fundador de la Unión Civica Radical y figura preponderante de la política nacional, y su repercusión en la población. A partir de ahí se desarrolla un romance, tumultuoso al principio, entre Elena, perteneciente a una familia de la aristocracia pero acuciada por una difícil situación económica, y Antonio, un hombre de origen humilde que creció notablemente gracias a su esfuerzo y se instaló en lo alto de la sociedad. 

Ellos dos, bien trazados por la pluma de Bonillo, van desentrañando una maraña de relaciones filiales y misterios por develar. Elena va descubriendo un nuevo mundo con entreveros sociales y muestras de solidaridad y pasión que forjan su destino. Antonio lucha por mejorar su posición social y sobreponerse a las circunstancias. Esos dos mundos diferentes afrontan una trama plagada de secretos y un amor que crece frente a todo

Entre Pergamino, ciudad natal de la autora, Buenos Aires y una propiedad en el campo se desarrolla esta atrapante novela, editada por El Emporio Ediciones. Es uno de esos libros que cuesta resistirse a la tentación de seguir avanzando páginas para ir develando secretos, imprevistos, coincidencias y sorpresas del pasado que influyen en el presente. 

Lo que calla la sangre refleja, a la par de la historia de amor y sus múltiples personajes secundarios, a la sociedad argentina de aquella época. Las obligaciones sociales y morales y el papel relegado que tenían las mujeres, siempre pendientes del que dirán. Y no faltan los celos, la venganza y las relaciones afectivas. 

La autora, Nancy Bonillo le explicó a IAM Noticias como fue la elección de su obra: “De todas las historias de amor que imaginé, ésta es la que me cautivó y siempre quise escribir. Y además quise ubicarla en mi ciudad natal, me gustó la idea de hacerle un homenaje a Pergamino. Fue declarada ciudad el 23 de octubre 1895 y mi novela transcurre en 1896. Demás está decir que amo el siglo XIX”. 

Explica que, más allá de la mención de políticos y funcionarios nombrados en el libro, “todos los personajes son ficticios. No son personas reales”.

“La investigación fue larga, me llevó casi un año. Me pasé tardes en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires leyendo diarios de la época. No fue igual investigar en Pergamino ya que se quemó el archivo hace años y con él los diarios de la época. Así que mi labor fue mucho más difícil, hablé con personas mayores, algunos de ellos hoy día fallecidos. Encontré un libro que cuenta los cambios de nombres de las calles de la ciudad a través del tiempo, fue un maravilloso hallazgo. Del libro Los 100 años de Pergamino también saqué datos importantes”, señala Bonillo.

Afirma que “escribo realismo. En la vida hay de todo y me gusta que quede plasmado en la historia. Encontramos amor, odio, resentimiento, venganza, el significado de  la palabra dada y el honor. Hay dos personajes que traslucen su dualismo: el doctor Alem y el otro me lo reservo”.