Marcelo Brenta, el abogado que demuestra su sensibilidad a través de la poesía

“Aroma de la pena”, libro de poesía escrito por Marcelo Carlos Brenta, es una de las novedades de los últimos días en las librerías porteñas. Un total de 78 poesías, más el bonus track en señaladores que acompañan la obra, muestra la sensibilidad, imaginación, creatividad y agudeza del abogado que se atreve a introducirse, con solvencia y frescura, en el mundo de la literatura. 

Poesías breves, contundentes y expresivas, escritas por el autor durante los últimos tres años, van pasando por las páginas de este libro, de ediciones El Mono Armado. Se trata del primer libro como  solista de Brenta, quien ya había publicado sus textos poéticos en seis antologías, algunas ganadas por concursos y otras realizadas por grupos de escritores. 

El abogado (egresado de la Facultad de Derecho de la UBA)-escritor le explicó a IAM Noticias sus inicios literarios: “En mi adolescencia comencé en un taller literario dirigido por Enrique Blanchard, en una casona en Belgrano R. Él me enseñó a decir de otra forma lo que uno habla en el común del día a día. Y ahí empecé a trabajar la poesía en el aspecto que a mí me gusta. Después, hice una pausa dedicándome a mi profesión, a la familia y a hacer percusión. Pero varias veces me crucé, de casualidad, con Blanchard y en cada conversación me volvía a entusiasmar para volver a escribir. Y hace ya unos años retomé  con mucho más impulso. En el camino siempre estuvo vivo mi seudónimo, que es Juan Bautista Rioboó“.

Explicó: “Juan Bautista Rioboó estuvo toda la vida acompañándome, siempre en una frase, en un logo, en un dibujo, Juan Bautista por mi abuelo, que no conocí porque falleció cuando mi papá era chico. Y  Rioboó, por una amiga de la facultad, porque me gustó como combinaba el tono con Juan Bautista. Con Andrea Riobut y con su marido tenemos una amistad desde más de cuarenta años. Así que ese seudónimo me acompaña siempre y de hecho, en mi libro le agradezco a ese Juan Bautista Rioboó, que desde mi juventud, cobija mis letras y compartimos imaginario porque durante años Marcelo Brenta no escribía, el que lo hacía era Juan Bautista Rioboó. Fue así“.

Sobre su flamante libro detalló que “Aroma de la pena reúne material de unos tres años, más o menos, de escritura. El título engloba muchos poemas que hablan del olvido, de la pena. Así que me parece que Aroma de la pena es el título justo para este poemario. También la frase Aroma de la pena forma parte del último poema. Es un poema que en estos últimos tres años me acompañó en varias Ferias del Libro y en varios ciclos de lectura. Es un latiguillo que, aunque ahora ya no lo estoy diciendo tanto, que repetía permanentemente”.

¿Lo recordamos?

Sí, dice: Languida tarde en la que veo pasar el desfile del que no se vuelve. Accede a la pupila el aroma de la pena. Arrastra los silencios al barranco donde desvanecen luchas del hacer y emerge el olvido. Me pareció bueno usar como cierre del libro ese poema, siguiendo la línea del título. 

¿Cómo fue el proceso para la escritura de los poemas?

Varios los he escrito hace varios años. El proceso fue ir seleccionando los poemas que llevaran cierta línea de tema. Son poemas que tienen más o menos tres años. Y seleccioné poemas cortos, la mayoría son cortos, pero que tiran una frase. Como este que dice: Descuidé mi sombra, columpiando débil en destemplado muro, confusa desvaneciente se fue esfumando, un suplo la arrastró a la oscuridad, de las sombras. Son cinco o seis reglones, pero que deja un mensaje para que el lector lo trabaje a su gusto y varios me contaron como lo interpretaron, de distintas maneras.

 ¿Tiene ida y vuelta con el lector? 

Sí, dialogó con ellos en la Feria de Libro, en las lecturas que hago, o en las redes (@marcelo.brenta en Instagram y Marcelo Brenta en Facebook), donde publico mis poemas acompañados del cien por ciento de fotografías. o videos, propias. Y en ese ida y vuelta en las redes, me sorprende cuando el lector me escribe y me dice lo que interpreta de una manera maravillosa. Y el abanico de posibilidades que surge de una frase de mis poemas. La verdad que eso es muy lindo, me sorprende mucho. En lo presencial lo mismo, está bueno ese ir y vuelta con el público. Te dice como se siente o que le gusta y que no le gusta.

Eso permite la poesía: disparar la interpretación en distintos sentidos, ¿no?

Sí, la poesía puede disparar muchas interpretaciones. Y te deja volar mucho de la inspiración también. La mayoría de mis poemas son cortos, como dije. Pasa eso, con muy poquitas palabras se puede jugar con la interpretación de todo. 

Marcelo Brenta habla sobre la complementación entre su profesión de abogado y la literatura: “Son dos campos opuestos, sí. Escribir es un escape a la profesión y a la actividad cotidiana. Es una ventana que a mí me lleva a separarme de la actividad fuerte que hago todos los días. Igual la parte sensible en mi profesión está desde hace veintipico de años. Porque, si bien yo soy abogado en una importante empresa (La Caja), también trabajo, ad honoren, con personas en situación de calle.  Salgo de la oficina y hago esas actividades una o dos veces por semana. Esa sensibilidad está en lo que escribo”.