Eibar le ganó hoy 3-1 a Valladolid con gol de Pablo De Blasis incluido, pero hubo una jugada que se destacó por sobre todas las demás: la del segundo gol del vencedor.
Federico San Emeterio tenía el balón en la mitad de la cancha y decidió pasárselo a su arquero, José Antonio Caro. El problema es que el volante no levantó antes la cabeza, por lo que no se dio cuenta que su compañero se había corrido de la valla.
Así, fue muy fácil para el japonés Takashi Inui aumentar la ventaja para su equipo.
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