Argentina, con personalidad, inteligencia y una dosis de sufrimiento, ganó y ya está entre los ocho mejores del Mundial

Foto: FIFA

Argentina superó a Australia 2-1, en el estadio Ahmad Bin Ali con un tremendo clima festivo aportado por los hinchas argentinos que fueron locales otra vez, y avanzó a los cuartos de final del Mundial de Qatar. Países Bajos, el viernes, a las 16 (hora de nuestro país), en el estadio Lusail, será el próximo rival.

Tan luchado y sufrido como merecido resultó este nuevo triunfo, el tercero consecutivo tras el sorpresivo traspié en el debut. El mérito de Argentina fue mantener la concentración y la mentalidad en todo momento, sobre todo cuando el juego no fluía y en los aciertos tácticos de Lionel Scaloni. Y también, forzar dos situaciones de gol en un partido que, hasta esos instantes, no ofrecía ninguna situación de gol.

En la zona central se empantanaba el partido, todo era muy trabado, luchado. No había espacios y mucho menos llegadas de riesgo ante los arcos. Australia, con sus limitaciones y su estilo brusco, no permitía que Argentina encendiese su circuito futbolístico.

Estancado el juego, la magia de Lionel Messi sacó un conejo de la galera. Tras el rebote de un tiro libre, el 10 tocó para Alexis Mac Allister y se introdujo en el área para buscar la devolución, Nicolás Otamendi le dio un pase corto, casi un rebote, y Messi metió el zurdazo bajo que pasó entre varias piernas rivales y se transformó en el muy festejado 1 a 0.

En el inicio del segundo tiempo, Alejandro Papu Gómez, el reemplazante del ausente por lesión Ángel Di María, debió salir por una molestia en su tobillo izquierdo. Y el cambio dispuesto por Scaloni rompió la lógica de puesto por puesto para introducir una inteligente variante táctica: entró Lisando Martínez para reforzar la defensa y darle más libertad a los laterales para proyectarse aún más.

Otro gol fabricó Argentina, a los 11 minutos. Como las jugadas no venían elaboradas, hubo que forzarla. Rodrigo De Paul apuró al arquero Mathew Ryan, en una salida con el pie, y astutamente Julián Álvarez se sumó, le robó la pelota al australiano y giró para conectar el tiro directo al arco. 2 a 0 y locura adentro de la cancha y en las tribunas… con fuerte réplica en toda la Argentina y en los compatriotas diseminados por el planeta.

La ventaja en el resultado brindó tranquilidad y presagiaba un final sin sobresaltos. Pero esto es fútbol y todo puede ocurrir. De una acción fortuita nació el descuento de Australia, remató Craig Goodwin, desde afuera del área, y la pelota le pegó en la cara a Enzo Fernández para variar su rumbo y significar el insólito gol de carambola, a los 31 minutos.

Aunque la distancia en jerarquía entre Argentina y Australia es enorme, ese acortamiento en el resultado le dio otro carisma al último lapso del cotejo. El empujón anímico de los Socceroos los impulsó hacía la hazaña, pero dejó huecos en su fondo. Y la Selección, que también ofreció su personalidad fuerte, revivió su lucidez para tocar, asociarse y generar peligro.

El ingresado Lautaro Martínez negó su condición de goleador desaprovechando un par de ocasiones muy propicias. Principalmente en una habilitación espectacular que le brindó Messi. El propio Messi estructuró otra notable acción y su disparo salió muy cerca de un ángulo.

En el epílogo, en los últimos minutos de descuento, dándole más épica al triunfo celeste y blanco, Emiliano Dibu Martínez protagonizó una excelente atajada ante el fuerte y cercano remate de Garang Kuol. Segundos después, los abrazos no alcanzaron para contener la enorme alegría argentina.

La síntesis

Argentina: Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister; Alejandro Gómez, Lionel Messi y Julián Álvarez. DT: Lionel Scaloni.

Australia: Matthew Ryan; Milos Degenek, Harry Souttar, Kye Rowies, Aziz Behich; Aaron Mooy, Keanu Baccus, Jackson Irvine, Mathew Leckie; Riley McGree y Mitchell Duke. DT: Graham Arnold.

Gol en el primer tiempo: 34m Messi (Ar).

Goles en el segundo tiempo: 11m Álvarez (Ar) y 31m Fernández en contra (Au).

Cambios en el segundo tiempo: 5m Lisandro Martínez por Gómez (Ar), 13m Craig Goodwin y Adjin Hrustic por McGree y Baccus (Au), 26m Lautaro Martínez y Nicolás Tagliafico por Álvarez y Acuña (Ar), 27m Garang Kuol, Jamie Mac Laren y Fran Karacic por Leckie, Duke y Degenek (Au).

Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia).

Estadio: Ahmad Bin Ali.