Manchester City destruyó, con un show de juego y goles, a Real Madrid y jugará la final

Foto: UEFA

Manchester City apabulló a Real Madrid 4-0, en el estadio Etihad, en el partido semifinal de vuelta de la Champions League y definirá el título ante Inter el 10 de junio en Estambul. En el cotejo de ida, en Madrid, habían empatado 1-1.

Brillante fue el primer tiempo del equipo conducido por Pep Guardiola. Mantuvo un control absoluto, con alto nivel de juego, una fuerte intensidad y una gran autoridad, desdibujó totalmente a Real Madrid. Ofreció una actuación que rozó la perfección.

Thibaut Courtois tuvo dos atajadas tremendas ante sendos cabezazos de Erling Haaland, en dos magnificas intervenciones. Los goles en ese brillante primer tiempo estuvieron a cargo de Bernardo Silva, a los 23 y 37 minutos.

El volante portugués recibió un pase en cortada perfecto de Kevin De Bruyne y con un remate calculado puso el 1 a 0. Y luego, Ilkay Gundogan envió el centro, hubo un rebote y Bernardo Silvia conectó el cabezazo orientado para el 2 a 0, que quedaba corto.

Real Madrid, superado táctica, anímica y físicamente, sólo registró presencia ofensiva con un disparo de Tony Kroos que se estrelló en el travesaño. Fue su único golpe en la etapa inicial.

En el segundo tiempo, Manchester City reguló esfuerzo pero no calidad. Aunque el resultado, y el juego, lo respaldaban, las hazañas de Real Madrid, especialmente sobre la hora, en Champions merecían respeto. Pero la cuestión quedó liquidada a los 31 minutos -instantes después que Courtois le negase, con su pierna salvadora, otra gran oportunidad a Haaland- con el gol de Eder Militao en contra.

Kevin De Bruyne pateó un tiro libre, Manuel Akanji peinó dentro del área y Militao empujó la pelota dentro de su propio arco. Ahí sí quedó sentenciado el partido, más allá de una doble tapada de Ederson ante los tiros de Benzema y Ceballos.

Julián Álvarez entró en el minuto 43 y a los 45 anotó el cuarto gol local. El delantero campeón del mundo con Argentina recibió la asistencia de Phil Foden, un pase en profundidad, le ganó la posición a los centrales visitantes y ante la salida de Courtois definió con un derechazo bajo direccionado a un rincón.