San Lorenzo le empató el clásico a Huracán en tiempo de descuento y hubo un cierre caliente

San Lorenzo y Huracán empataron 1-1, en el estadio Pedro Bidegain, por la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional. Ganaba el Globo con un golazo de Ignacio Puseto, pero en el séptimo minuto de descuento empató Adam Bareiro, de penal.

Equilibrado, parejo y muy trabado y luchado fue esta nueva edición del clásico. Y tuvo sus polémicas, arrancando, con apenas 4 minutos disputados, con el penal -por un mano de Lucas Souto- que sancionó el árbitro Pablo Echavarría pero que anuló tras el llamado y la consulta con el VAR.

Avisó Huracán reaccionó rápido con un remate de Matías Cóccaro que se estrelló en el travesaño. El delantero de Huracán reiteró su habitual costumbre: además de ser importante por su desequilibrio ofensivo también ensució el partido, hablando y buscando hacer reaccionar a los rivales. Y hasta simuló tirándose cuando intentaba eludir a Augusto Batalla. Estas actitudes hicieron reaccionar a jugadores y a hinchas locales.

San Lorenzo se quedó con un jugador menos cuando Gastón Hernández derribó a Walter Mazzanti, a un paso del área, y recibió la segunda amarilla -y consecuente tarjeta roja- los 6 minutos del segundo tiempo.

Un soberbio zurdazo de Ignacio Pussetto, a los 14 minutos, puso arriba a Huracán. A partir de ahí, San Lorenzo, a pesar del hombre de menos, buscó con determinación la igualdad y arrinconó a Huracán contra su sector.

Hasta que en el séptimo minuto -de los nueve otorgados- de descuento, Adam Bareiro pateó el penal nacido de una falta de Franco Alfonso a Gastón Ramírez y anotó la agónica igualdad. En su festejo el goleador del Ciclón se puso un dedo sobre su boca como si fuese un bigote, interpretado como una cargada a Matías Cóccaro. Reaccionaron los visitantes, hubo insultos, empujones e Ignacio Pussetto (que había salido reemplazado y estaba en el banco) fue expulsado en esos incidentes.

Bareiro luego declaró: “El bigote es para un tío de Paraguay, se lo dedico a él”.