Chiquito Romero, otra vez fue el gran héroe (no importa cuando lo leas) y Boca es finalista

Boca Juniors empató con Palmeiras, en el estadio Allianz Parque, 1-1, en el partido semifinal de vuelta de la Copa Libertadores, y luego se impuso en el desempate por penales 4-2 y así se clasificó a la final, donde enfrentará a Fluminense el 4 de noviembre en el estadio Maracaná.

Nuevamente, como en cuartos de final ante Nacional y en octavos ante Racing Club, Sergio Chiquito Romero se convirtió en el gran héroe de Boca en la tanda de penales. En esta noche en San Pablo el arquero atajó dos penales, los dos primeros pateados por los locales: volando hacia la izquierda tapó el tiro de Raphael Veiga y arrojándose abajo a su derecha contuvo el disparo de Gustavo Gómez.

Edinson Cavani hacía iniciado la tanda y su remate fue atajado por Weverton. Luego convirtieron Bruno Váldez, Nicolás Valentini, Nicolás Figal y Guillermo Pol Fernández. Kevin y Joaquín Piquerez fueron los únicos que batieron a Romero. El último remate para Palmeiras no fue necesario porque el tanto de Fernández liquidó antes la historia.

Previa a esta nueva hazaña de Chiquito Romero y el festejo de Boca por alcanzar su decimosegunda final de Copa Libertadores se disputaron 90 minutos, con la primera mitad favorable al equipo argentino y la segunda totalmente distinta con amplio dominio del conjunto brasileño.

Con personalidad y convicción, el equipo de Jorge Almirón manejó y controló el período inicial. Decisión para luchar cada pelota, corrección para tratarla y cuidarla y decisión para encarar hacia adelante. De un desborde ganándole a Gustavo Gómez, por izquierda, vino el centro de Miguel Merentiel para que Edinson Cavani se tirase por el segundo palo para poner el 1 a 0, a los 23 minutos.

Todo cambió en la segunda etapa. Fue decisivo el ingreso del juvenil Endrick -17 años y ya adquirido por Real Madrid, su destino a partir de la próxima temporada- y el cambio de mentalidad de todo Palmeiras, que trocó su pasividad por una actitud muy agresiva.

Y Boca no supo como contrarrestarlo. Resignó un delantero (Merentiel) para sumar un defensor más (Bruno Váldez) y plantar línea de cinco. Pero enseguida sufrió la expulsión de Marcos Rojo, por doble amarilla -en realidad, la primera pudo haber sido tranquilamente roja, por una patada en el rostro a Rony-, a los 20 minutos.

Un zurdazo de afuera del uruguayo Joaquín Piquerez, a los 27 minutos, que entró por un rincón y que Romero alcanzó a rozar con su mano significó el empate de Palmeiras, que no se conformó y siguió arrinconando a Boca contra su sector defensivo.

Chiquito Romero anticipó otra noche gloriosa con varias atajadas salvadoras. Hasta último momento, porque en el minuto 91 protagonizó una doble acción para sostener el empate: tapó un complicado tiro de chilena de Rony y luego el rebote ante el intento de Endrick.

Pero el 1 a 1 no se modificó. Y ahí en la definición por penales, Boca hizo valer su as de espadas: Sergio Chiquito Romero. Las manos, y la fuerte mentalidad, del ex arquero de la Selección Argentina son una ventaja tremenda en estas resoluciones.