Baile y goleada: muchísimo River Plate y poquísimo Vélez Sarsfield

River Plate goleó a Vélez Sarsfield 5-0, en el estadio Monumental, por la tercera fecha de la Copa de la Liga Profesional. Un hat trick de Miguel Borja y un doblete de Facundo Colidio reflejaron la gran diferencia, que pudo ser mayor aún, de un encendido River y un flojísimo Vélez.

Mientras el equipo de Martín Demichelis rozó la perfección, el de Gustavo Quinteros fue todo lo contrario. Arrollador fue el comienzo, con un festival de toques y lujos de volantes y atacantes de River. Ya a los 5 minutos ese juego irresistible y vistoso había significado el tanto bautismal: Colidio recibió el pase perfecto de Esequiel Barco, lo bajó de pecho y definió con un derechazo.

En medio de este gol, Tomás Marchiori tuvo tres magníficas intervenciones: tapando un remate de tijera de Colidio desde el área chica y tras una lucida jugada colectiva, luego otro tiro de Colidio que ingresó al área a pura gambeta y más tarde manoteando por encima del travesaño un peligroso cabezazo de Borja. El arquero de Vélez ya era figura prematuramente.

De todos modos no tardó ni sorprendió una nueva conquista del Millonario. A los 19 minutos, Borja, con otro frentazo, yendo a buscar en el área chica un centro de Ignacio Nacho González, puso el 2 a 0.

A esa altura el dominio de River era abrumador. Y se extendió durante toda la etapa inicial con rendimientos, para calificar con 10 puntos, de Colidio, Nacho Fernández, Borja y Barco. Vélez no podía frenar ese abusivo caudal técnico, y se mostraba lento, indeciso y estático.

Otro cabezazo del Colibrí Borja dentro del área, sin que ningún defensor rival lo controlase, tras un tiro libre de Esequiel Barco desembocó en el tercer grito de gloria millonario, a los 30 minutos.

Dejando en claro que no era el mejor día para Vélez, en dos minutos consiguió arrimarse con peligro al arco de enfrente. Paulo Díaz salvó casi sobre la línea un tiro de Brian Romero y luego entre Franco Armani y el mismo Díaz con tres rebotes consecutivos frustraron dos intentos de José Florentín y uno de Brian Romero.

River volvió a mostrar su amplia superioridad y el intratable Borja volvió a desequilibrar y su zurdazo salió muy cerca del poste. Y una gran acción cargada de toques en velocidad y eficacia entre Borja, Colidio, Fernández y Barco, dándole más brillo con un pase de taco, desembocó en la definición de Colidio, a los 44 minutos.

En el segundo tiempo, River bajó un poco ritmo. No demasiado, apenas un poco para que Vélez se animase un poquito, demasiado poquito, y para no dibujar un resultado histórico y abochornar más a un inocuo e impasible Fortín.

Borja se hizo dueño de la pelota anotando su tercer tanto personal y quinto de su equipo, a los 9 minutos. Rodrigo Aliendro tiró el centro, Emanuel Mammana pretendió rechazar pero mandó la pelota contra su arco; no fue gol en contra porque el delantero colombiano la terminó empujando con la cabeza a centímetros de la línea.

Tanta era la distancia futbolística, física y anímica que un minuto después, River hizo cuatro cambios, sacando a los destacados Colidio, Nacho Fernández, Aliendro y Paulo Díaz. Y a los 21, el reemplazado fue Borja, otra de sus grandes figuras. Ganar, golear y gustar, River cumplió la premisa a la perfección.

No hubo más goles, pero la exhibición no disminuyó. River, brillante, jugó su mejor partido de los últimos tiempos y eso que venía de ganar dos títulos el año pasado. Vélez, deplorable, jugó su peor partido de los últimos tiempos, después de haber sufrido mucho con el descenso y salvarse en la última fecha, en la pasada temporada.