“Que se vea Australia 2013, donde me sacaron bandera negra cuando me jugaba el Mundial (por error del equipo), y eso no me impidió ganarlo”, lanza.
Consejo de oro de Marc Márquez para Aleix Espargaró. Lo hace al pedirle AS antes de marcharse de Motegi que se ponga en la piel del piloto de Aprilia, en la piel de un piloto que por vez primera, y a los 32 años, lucha por el Mundial de MotoGP y su equipo comete un error humano, y garrafal, a cinco citas del final en una carrera que podía ganar, la del GP de Japón. Por sin alguno anda despistado, el problema fue que el electrónico del equipo del mayor de los Espargaró dejó conectado el mapa ECO Lap que se pone para ahorrar gasolina en la vuelta de formación de parrilla y, cuando salió a dar la vuelta de calentamiento, su RS-GP no pasaba de 5.000 revoluciones ni de 80 por hora.
Como es fácil de imaginar, Marc no se rendiría, espera que Aleix tampoco lo haga y le dice que tome como ejemplo su experiencia de 2013: “Ufff… Te lo puedes tomar de dos maneras. Una, darte por vencido, que no creo que sea el caso de Aleix, y la otra que te haga explotar esa rabia de dentro ese gen de piloto y esa adrenalina de piloto ambicioso y salir a por todas en Tailandia. Al menos yo reaccionaría así. Y creo que Aleix hará así, porque es un grandísimo piloto. Le diría que de ejemplo se viese Australia 2013, donde me sacaron bandera negra cuando me estaba jugando un Mundial (por error del equipo), y luego eso no me impidió ganar el Mundial. Sí que se le complica más, seguro, pero lo que ha hecho hasta ahora no es de casualidad y lo puede volver a hacer. No está lejos”.
Al comentarle al del Repsol Honda que su respuesta es caviar y que se la haré llegar a Aleix para ver si le sube la moral, responde él con una sonrisa: “Ojalá, ojalá le suba y nos den un buen espectáculo. Yo intentaré verlo de cerca”. Y tanto que lo verá de cerca. Seguro.