Un gol agónico le permitió a River Plate quedarse con tres puntos y olvidarse de las polémicas

River Plate superó por a Atlético Tucumán 1-0, en el estadio Monumental, por la quinta fecha de la Zona A de la Copa de la Liga. La diferencia en el resultado la estableció Salomón Rondón, con un espléndido cabezazo, en el minuto 94.

Arrancó entonado River Plate y con intenciones ofensivas. Un cabezazo de Ramiro Funes Mori, sorprendido en el área tras un tiro libre de Ignacio Fernández, apenas desviado y un potente tiro de Nicolás De la Cruz tapado por Tomás Marchiori estuvieron entre las chances más claras del primer tiempo.

Y cuando acababa ese período final surgió la polémica. Esequiel Barco envió un centro que rechazó Bruno Bianchi y dejó para el fuerte disparo de Paulo Díaz que terminó dentro del arco de Atlético Tucumán. El árbitro Pablo Dóvalo recibió el llamado del VAR y tras mirar la jugada en la pantalla anuló el gol por posición adelantada, más allá que el defensor visitante había tocado la pelota.

En el segundo tiempo bajó el rendimiento River y levantó Atlético Tucumán. Así transcurría el partido, cuando nuevamente, a instancias del VAR, fue anulado otro gol local por una posición adelantada, milimétrica, de Miguel Borja.

Intensificaron su búsqueda los visitantes y complicaron a River. Matías Orihuela tuvo su oportunidad y se lució Franco Armani y un remate de Mateo Coronel pegó en el poste.

Se incrementaba la desilusión en tribunas y plateas del Monumental, se agotaba el tiempo y el 0 a 0 parecía cerrado. Pero en el cuarto minuto de descuento, Pablo Solari despachó el centro, desde la derecha, y Rondón, con un impactante cabezazo, originó el grito de desahogo.