Argentina ganó y gustó, pero también mereció golear

Argentina derrotó a Paraguay 1-0, en el estadio Monumental, por tercera fecha de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026, y sigue al frente de la tabla con 9 puntos. La Selección de Lionel Scaloni jugó a un nivel brillante y mereció una diferencia bastante más generosa.

Arrancó con todo: Nicolás Otamendi, con apenas dos minutos de partido recorridos, con la pierna izquierda firme en el piso y la derecha en las alturas para pegar una volea espléndida, yendo a buscar el centro enviado en un tiro de esquina por Rodrigo De Paul, estampó un golazo.

El festejo de ese gol madrugador no frenó el ímpetu de Argentina, que apabulló a Paraguay, hasta el último minuto. A ese dominio abrumador solamente le faltaron más goles. Y no fue por falta de oportunidades, porque sobraron. Algunas buenas intervenciones del arquero visitante, Carlos Coronel, la falta de puntería por centímetros y hasta los palos -tres veces- lo impidieron.

Sin Lionel Messi, estuvo en banco y recién ingresó a los 7 minutos del segundo tiempo, Argentina jugó un excelente primer tiempo. Con la dupla Lautaro Martínez y Julián Álvarez compartiendo ataque y la movilidad, brillantez y acompañamiento de todo el equipo la diferencia, en juego, fue notable.

Coronel tapó un buen intento de Álvarez; Lautaro Martínez estuvo muy cerca pero su peligroso remate rebotó justo en un defensor; Coronel cubrió un cabezazo de Nicolás González; un disparo de Rodrigo De Paul dio en el poste; otro tiro de Nicolás González salió apenas desviado…

Recién a los 6 minutos del segundo tiempo, el equipo de Daniel Garnero (reemplazante de Guillermo Barros Schelotto, despedido tras la primera doble fecha de estas eliminatorias) tuvo su primera, y única, chance seria: un mano a mano de Ramón Sosa con Emiliano Martínez, atajado por Dibu.

Messi, que no fue titular por la molestia que viene arrastrando, entró y pronto empezó a exhibir su magia y su enorme talento. Se encargó de un tiro de esquina, desde la derecha, y lo que era un gol olímpico chocó en el segundo palo, a la altura del ángulo superior.

En tiempo de descuento, Messi entró a pura velocidad y gambeta dejando rivales en el camino y recibió una falta en la medialuna del área. Él mismo pateó el tiro libre y su zurdazo se estrelló en el poste derecho de un Coronel que sólo atinó a mirar el recorrido del balón.

Tres partidos jugados, tres partidos ganados. Y con un alto nivel de juego, fiel a un campeón del mundo. Argentina, que el martes visitará a Perú, inició su recorrido rumbo a la próxima Copa del Mundo con todas las luces encendidas.