Banfield derrotó a Vélez Sarsfield 1-0, en el estadio José Amalfitani por la décima fecha de la Zona A de la Copa de la Liga Profesional. Con este victoria el Talador consiguió alivio y El Fortín se complicó y podría volver a quedar en zona de descenso, dependiendo de otros resultados en la continuidad de esta fecha.
El equipo de Julio Falcioni nunca perdió el orden y la concentración. Ni siquiera en los diez minutos iniciale del partido, único lapso meritorio de Vélez Sarsfield con posesión, rotación, agresividad y hasta un cabezazo de Elías Gómez que sacudió el travesaño.
Pero luego de ese comienzo favorable al equipo del Gallego Méndez, el nerviosismo, las imprecisiones y la falta de capacidad fueron las características de Vélez. Banfield supo mantener la calma, sin arriesgar y especulando con los errores del local y entendiendo que iba a tener su oportunidad si era paciente.
Así, de menor a mayor fue desarrollando su juego hasta terminar quedándose con una merecida, y valiosa, victoria en una cancha que se mantenía invicta en este torneo (Vélez había ganado los cuatro partidos jugados en el Amalfitani).
Banfield alcanzó los 45 puntos y hoy mira desde encima de diez rivales en la tabla anual, en cambio Vélez, estancado en 41 puntos, tiene detrás a Tigre con 40, Colón con 39 y Huracán con 39, pero todos con un partido menos jugado.
Un mala salida de Nicolás Garayalde le permitió al siempre peligroso Milton Giménez robar la pelota y sacar un remate de afuera que salió muy cerca del travesaño, en la primera situación neta para Banfield. Y poco después otro tiro de afuera, esta vez de Ezequiel Cañete tras un rebote, fue tapado abajo junto a un palo por Gastón Chila Gómez.
En el segundo tiempo continuaron las desinteligencias, la falta de carácter y de picardía de Vélez. Se equivocó Francisco Pizzini y le permitió a Ignacio Rodríguez llevarse el balón y sacar un zurdazo que se fue cerca. A esa altura, Banfield tenía el comando estratégico y Vélez estaba desorientado y perdido.
La paciente actitud del Taladro, además de ser el creador de las pocas situaciones de riesgo, permitían presagiar algo más. Y llegó, en el minuto 32, el ingresado Gerónimo Rivera, con un golazo le permitió a su equipo celebrar. El delantero de 20 años y producto de la cantera banfileña punteó, entre dos rivales, una pelota que le había bajado de cabeza Milton Giménez, se acomodó y sacó el espectacular derechazo combado.
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Cambió Vélez, sin embargo el movimiento de fichas tampoco despertó al equipo. Con distintos nombres se reiteraron las mismas falencias. Banfield estaba más cómodo todavía, ordenado y cerrado atrás y no desperdiciando ocasiones para contragolpear.
Estuvo cerca del segundo con un tiro libre de Ezequiel Cañete que Chila Gómez tapó con un impresionante manotazo junto a su palo derecho.
Terminó Vélez volviendo a perder puntos contra un rival directo, como le viene sucediendo en todas y cada una de las finales por el descenso que jugó esta temporada. Los hinchas fortineros que habían iniciado la noche con confianza y apoyo despidieron al equipo con una lluvia de silbidos y luego un grupo protagonizó incidentes revoleando las vallas que suelen colocarse en el ingreso al club para impedir que los socios demuestren su disgusto hacia una dirigencia que, con una enorme cantidad de malas decisiones, llevaron a la entidad a este triste y preocupante presente.