La Gestante, una novela de romance contemporáneo con el tema de la infertilidad como motivo central

La vida de Lara se halla destrozada a causa de los múltiples tratamientos de fertilidad fallidos. Cuando conoce a David, comienza a vivir un amor inesperado. Hasta que un novedoso tratamiento de fertilidad hecho mediante óvulos donados, amenaza con romper su vida nuevamente. Lara se enfrentará a sus propios fantasmas para poder realizar el tratamiento sin perderse a sí misma ni perder a David. La novela se adentra en el universo de la infertilidad y lo hace con intensidad, pero también con mucha dulzura. Una historia luminosa acerca de la búsqueda de la felicidad.

Así se presenta La Gestante, primera novela de romance contemporáneo de la escritora Mayra Potenza. Y a lo largo de sus 484 páginas se va desarrollando una atrapante historia que tiene como protagonista principal a Lara Cipriani, una argentina radicada en Madrid, separada y traumada por su imposibilidad de quedar embarazada pese a varios tratamientos buscando ese tan deseado bebe.

Aunque vuelve a encontrar el amor, o quizás lo descubre por primera vez, la obsesión por ser madre no le permite disfrutar a pleno esa nueva felicidad encontrada. Sus estados de ánimo, y la relación con su familia que quedó en Argentina, muestran altibajos y una preocupación recurrente y la llevan a recorrer todos los caminos para lograr su objetivo. A veces la colocan en la cornisa de la cordura. El libro resulta atrapante y hasta las últimas páginas no se devela cuál será el final.

Mayra Potenza, autora también de la exitosa La Colina de Tara, una narrativa fantástica y mitológica, dialogó con IAM Noticias sobre La Gestante, obra publicada por Editorial Autores de Argentina. Contó que “me pidieron si me animaba a escribir una historia contemporánea y buscando tema éste de la fertilidad me encantó. Sobre todo cuando me puse a investigar y sumar testimonios”.

Explicó que “el personaje no es real, no se trata de ninguna mujer en particular que conozca. Investigué mucho, escuché muchos testimonios, busqué mucho material no sólo científico sino también sobre el aspecto psicológico de las mujeres que no pueden tener hijos. Aparte tengo la ventaja de que mi papá es genetista, por lo tanto fue él una gran fuente de asistencia. También consulté con médicos y leí mucho sobre el tema”.

Potenza resaltó que “como lectora me molesta y me enoja mucho que un tema complejo sea tratado por arriba. Por eso, como autora me propuse investigar a fondo y trazar un panorama preciso”. Afirmó que “me llevó dos años escribir esta novela, aunque, claro, no fue a tiempo completo. Me fijé mucho en la parte de la investigación, buscando que quede algo orgánico y con información exacta sobre una cuestión tan compleja”.

Que el personaje, una mujer argentina radicada en España, viva esta historia lejos de su patria no es casualidad. La escritora reveló que “es algo que hace al cuadro. El desarraigo hace que las personas que atraviesen este tipo de procesos se sientan más solas y con sentimientos especiales”.

El nombre del personaje también tiene su explicación: “Al principio no iba a llamarse Lara, pero durante mi investigación descubrí que existe una institución científica que nuclea a centros que hacen técnicas de reproducción asistida que se llama Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (REDLARA). Ahí me dije: el nombre tiene que ser éste, Lara”.

Señaló que “La Gestante no pasa solamente por la natalidad, sino que muestra el gran drama de no parar de desear lo que no se puede. Ese es el drama verdadero. Mostrar cuanto está dispuesto a arriesgar una persona por lograr lo que en principio parece imposible. Lo planteé como un trastorno obsesivo compulsivo. En este caso Lara sufre una dolencia femenina y como madre que soy -algo maravilloso que viví siendo muy joven- pude empatizar con el personaje y me resultó fácil crearlo y entenderlo”.

La novela incluye la relación afectiva entre la impaciente Lara y el tolerante David, que pese a aparecer como una pareja perfecta sufre algunos cortocircuitos por la obsesión de la protagonista. “Mostré lo difícil que puede ser está situación y como pude unirse y desunirse la relación a causa de los sentimientos y los fracasos de uno de los integrantes de la pareja. El tema de la paternidad se vive de manera distinta para un padre y para una madre, especialmente en éste caso que la mujer tiene grandes problemas para la gestación”, manifestó Potenza.

Mientras disfruta del presente de La Gestante, Mayra no detiene su impulso literario. Por estos días se dedica a la finalización de la segunda parte de la trilogía de su novela medieval y también a La Huérfana, su nueva novela contemporánea que trata sobre una joven que descubre que es adoptada y como esa revelación impacta en su vida. “Me gusta meterme en el barro, y encontrarle una salida”, resume Potenza sobre las temáticas elegidas.

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